Marruecos exhibe su liderazgo en la lucha contra el terrorismo

La estrategia multidimensional y proactiva del país africano lo sitúa a la vanguardia del combate contra Daesh y otros grupos terroristas.

Las recientes detenciones en Marruecos por parte de los servicios de seguridad de extremistas afiliados a la organización terrorista de Daesh (Estado Islámico) por su presunta implicación en la ejecución de planes terroristas, ponen de manifiesto las amenazas del extremismo no sólo para Marruecos, sino para toda la región del Magreb y del Sahel.

Frente a esta gran amenaza, señalan los analistas, Marruecos ha puesto en marcha desde el principio, de forma anticipada una estrategia holística y multidimensional para erradicarla y cerrar sus fuentes ideológicas y sociales.

Este enfoque multidimensional, cuyo eje más importante es el cumplimiento de los principios del Estado de Derecho y de los derechos humanos, se basa en cinco pilares prioritarios: el pilar religioso, el pilar de fortalecimiento de los derechos humanos y del Estado de Derecho, el pilar de seguridad y jurídico, el pilar socioeconómico y el pilar de cooperación internacional.

«En el plano religioso, la política de gestión de los asuntos religiosos en Marruecos se basa en el hecho de que el Jefe del Estado, como «Comandante de los Creyentes», tiene en el país una legitimidad basada en el ejercicio del poder desde hace 12 siglos cuya función es la preservación de las constantes religiosas y la protección del libre ejercicio del culto sobre la base de los principios del islam suní, moderado, tolerante y abierto», señalan.

La arquitectura de la estrategia antiterrorista marroquí se basó inicialmente en la Constitución de 2011. Con unos cuarenta artículos dedicados a los derechos humanos, la norma suprema del Reino constituye una verdadera Carta Nacional de los Derechos Humanos.

Esta Carta ha llevado al país a un constitucionalismo que ha permitido la apropiación nacional de los principios de protección y promoción de los derechos humanos, mediante la constitucionalidad de numerosas instituciones y órganos de protección de los derechos y libertades fundamentales, buen gobierno, desarrollo humano y sostenible y democracia participativa, entre otro.

Otras estrategias sectoriales se han desarrollado en torno a esta trascendente legitimidad religiosa y a esta Constitución. Así pues, la estrategia de seguridad y de justicia aplicada por Marruecos se basa en la prevención de actos malintencionados, la vigilancia y el control.

Este enfoque proactivo ha permitido anticiparse a posibles atentados terroristas y evitar varios ataques contra la seguridad y la estabilidad del país. Para ello, Marruecos creó en marzo de 2015 la Oficina Central de Investigaciones Judiciales (BCIJ), encargada de tratar los casos de lucha antiterrorista bajo la supervisión de la Presidencia del Ministerio Público. La creación de esta oficina refleja la preocupación constante de Marruecos por reestructurar y mejorar sus instituciones de seguridad en el marco del respeto de los derechos humanos y la tranquilidad de los ciudadanos.

Cerrando el círculo a nivel nacional, la prevención y la lucha contra el extremismo violento en Marruecos pasan también por la promoción de un desarrollo humano basado en la solidaridad. Las iniciativas nacionales de desarrollo humano (INDH), la educación, el empleo juvenil y el acceso a la formación profesional son las palancas del pilar socioeconómico.

Haciéndose eco internamente de esta estrategia multidimensional, Marruecos favorece la cooperación internacional a través de sus distintas formas, en particular la cooperación triangular, la cooperación Norte-Sur y la cooperación Sur-Sur. También participa a nivel regional e internacional en la difusión de buenas prácticas y lecciones aprendidas desarrolladas a nivel nacional, regional e internacional en la lucha contra el extremismo violento.

Consciente de la centralidad de la cooperación internacional en la lucha contra el extremismo violento, el país Magrebí se encuentra en una fase avanzada de desarrollo de un ambicioso programa de cooperación con sus socios en los distintos ámbitos relacionados con la lucha contra el extremismo violento.

En este mismo marco, en su calidad de Copresidente del Foro Global contra el Terrorismo (GCTF), Marruecos ha desarrollado con los Países Bajos el Memorando de La Haya-Marrakech sobre Combatientes Terroristas Extranjeros (FTF).

Este acuerdo es una importante herramienta a disposición de los Estados y reúne las mejores prácticas desarrolladas en la gestión de los FTF.

El Reino y la Unión Europea han acordado crear una iniciativa en el marco del GCTF sobre «educación para prevenir y combatir el extremismo violento que conduce al terrorismo», que se anunciará en mayo de 2023.

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El Periodista