En fechas en que los escolares vuelven a clases tras el receso de vacaciones, resurgen las lecturas solicitadas en los establecimientos educacionales para las y los niños. En este contexto, un consejo es clave: potenciar la lectura compartida en casa.
Distintos estudios han encontrado efectos positivos de la lectura compartida, la que si se desarrolla desde temprana edad entrega múltiples beneficios en ámbitos relacionados al desarrollo del lenguaje, escolar, social y emocional de los menores.
Ante esto, desde la Línea de Inclusión para el Desarrollo del Centro de Justicia Educacional (CJE) de la Universidad Católica elaboraron un documento dirigido a madres, padres y cuidadoras/es de niños menores de 8 años para motivarlos a experimentar la lectura compartida en casa, actividad que enriquece las interacciones en el hogar y promueve un óptimo desempeño escolar futuro.
¿QUÉ ES LA LECTURA COMPARTIDA?
Consiste en leer «con» el niño o la niña, haciéndola partícipe y poniéndola como centro de la actividad con un rol activo, en lugar de simplemente leer la historia «para» el infante de forma ininterrumpida.
En esta modalidad son bienvenidas las conversaciones que puedan surgir antes, durante o después de la lectura. En ocasiones y dependiendo de la edad, puede involucrar un cambio en los roles del adulto y del niño al convertirse en el relator de la historia.
El adulto puede agregar información, hacer preguntas y estimular al menor a dar explicaciones y descripciones detalladas.
ORIENTACIONES PARA LA LECTURA COMPARTIDA
¿Cuándo leer?: El desarrollo de la alfabetización de los niños y niñas depende en parte de la frecuencia de lectura, mientras más seguido se realice esta actividad, mejor.
Sin embargo, en el documento del CJE explican que lo mejor es establecer rutinas para la lectura en el hogar, como, por ejemplo, antes de la hora de siesta, de dormir, de comer o de ir al baño.
¿Cómo leer?: Se sugiere que durante la lectura los padres realicen preguntas y agreguen comentarios. Las preguntas deben estar orientadas a que los niños puedan comprender y dar sentido a la historia, permitiéndoles realizar inferencias, predicciones, hipótesis, resumir y explicar la historia.
Es importante también hacer conexiones personales con la historia y acompañar la lectura con gestos, efectos de sonido, voz animada, entonación de alegría y entusiasmo para que sea más dinámica.
¿Qué leer?: En la actualidad existe una gran diversidad de textos para niños y niñas, los que se pueden agrupar en libros narrativos ilustrados o álbumes y libros informativos.
TIPOS DE TEXTO
Los libros narrativos ilustrados refieren a una historia en donde se presenta un problema, los intentos para resolverlo y la solución final.
En este tipo de libros, tanto las imágenes como el texto, estimulan el diálogo ya que son elementos importantes que aportan al conocimiento e información, viendo si agregan detalles a la lectura, si se contradice o si refleja al pie de la letra lo que refleja el texto.
Los libros informativos, por su parte, permiten adquirir información específica sobre un tema y familiarizarse con la manera en que se transmite n los datos impresos. En este sentido, los libros informativos pueden preparar a los menores a enfrentarse a textos más complejos.
En el documento elaborado por el Centro de Justicia Educacional UC destacan que lo importante es que se seleccionen aquellos libros que sean de interés de los niños y niñas para promover el desarrollo del gusto lector.
DÓNDE CONSEGUIR LIBROS PARA MENORES DE 8 AÑOS
La gran mayoría de las bibliotecas cuenta con colecciones de libros orientadas para niños pequeños y algunas de ellas presentan salas de guguatecas, las que son diseñadas para brindar un espacio habilitado para recibir a niños y niñas en sus primeros años de vida junto a sus familias.
En Chile existen guaguatecas en la Biblioteca de Santiago, la Biblioteca Regional de Antofagasta, la Biblioteca Regional de Coquimbo, la Biblioteca Regional de Aysén, Biblioteca Pedro Lemebel de Recoleta y la Biblioteca Melvin Jones en Quillota.
Actualmente también está la posibilidad de acceder a recursos digitales. Entre ellos, destacan los siguientes: Biblioteca Pública Digital, Biblioteca Digital Escolar CRA, Chile para Niños, Sigo Leyendo, Fundación Educacional ALMA y Viva leer de COPEC, entre otros.
Para conocer más sobre los beneficios de la lectura compartida y los espacios físicos y virtuales para acceder a libros y actividades culturales asociadas, revisa aquí el documento completo del Centro de Justicia Educacional.