Corea del Sur aprueba un plan de exenciones de impuestos para la fabricación e inversión en chips
La Asamblea Nacional de Corea del Sur ha aprobado una ley propia para impulsar la industria nacional de semiconductores mediante exenciones de impuestos a fabricantes e inversores y que sigue a una iniciativa similar formulada por Estados Unidos.
La propuesta, que ha salido adelante por 179 votos a favor y 13 en contra, aumentará las rebajas impositivas al 15% desde el 8% actual para las grandes empresas que inviertan en plantas de producción, mientras que, en el caso de las pequeñas y medianas empresas, esta bonificación será del 25% frente al 16% anterior. De esta forma, las principales beneficiadas por la conocida como ‘K-Chips Act’ serán Samsung Electronics y SK Hynix.
Mediante estos nuevos incentivos, Corea del Sur espera desbancar a Taiwán como líder en la fabricación de microchips, así como fomentar su propias capacidades industriales en un sector de alto valor añadido y clave en las exportaciones del país asiático. De hecho, las ventas al exterior del sector tecnológico representaron el 12% del total de exportaciones en febrero.
Esta iniciativa se inspira en la ‘CHIPS and Science Act’ estadounidense, aprobada por el Congreso a finales de julio del año pasado, y está dotada de 50.000 millones de dólares (49.982 millones de euros) para que los fabricantes de semiconductores construyesen plantas en suelo de la primera economía mundial. «Estados Unidos debe liderar el mundo en la producción de estos chips avanzados. Esta ley hará exactamente eso», afirmó entonces el presidente Joe Biden.
Asimismo, el plan incluía 80.000 millones de dólares (73.571 millones de euros) para impulsar la innovación e investigación con el objetivo de que EEUU no pierda la supremacía tecnológica e industrial en favor de China.
Por su parte, el presidente Yoon Suk-yeol ya ha informado de que dará el visto bueno al proyecto legislativo para su entrada en vigor.
ANTECEDENTES
A mediados de este mes, Samsung Electronics anunció que construirá a las afueras de Seúl un gran complejo de fabricación de microchips por 300 billones de wones (212.310 millones de euros) para competir con la taiwanesa TSMC y la estadounidense Intel.
La factoría incluirá, en 2042, cinco instalaciones de alta tecnología, además de otras 150 empresas especializadas en materiales, componentes y fundición sin fábrica (‘fabless’). La planta se levantará cerca de otras ya existentes de la propia Samsung Electronics y de SK Hynix.
«El megacomplejo abarcará la totalidad de la cadena de valor de los semiconductores», dijo, por su parte, el Ministerio de Comercio, Industria y Energía coreano. «El Gobierno implementará las medidas necesarias para posicionarnos como líderes en la industria de los semiconductores sin perjuicio de cooperar con el sector privado», añadió.
De hecho, el plan fue comunicado por el presidente surcoreano y confirmado por Samsung posteriormente. «Las industrias punteras son la base del crecimiento económico, así como la seguridad y los activos estratégicos, los cuales se encuentran claramente imbricados con el empleo y el bienestar social», afirmó el mandatario. De llegar a término, será la mayor concentración geográfica de la industria de los semiconductores del mundo, según el ministerio.
Además, el Ejecutivo de Yoon abandera un plan de inversiones de 550 billones de wones (389.235 millones de euros) hasta 2026, y en el cual se enmarca este megacomplejo para las industrias de chips, pantallas, baterías, biotecnología, electromovilidad y robótica. El propósito es crear una cadena de suministros propia y de alto valor añadido que refuerce la autonomía de Corea del Sur en el terreno tecnológico.
«La competición hegemónica entre los Estados Unidos y China por la supremacía tecnológica está derivando en una guerra abierta», advirtió Lee Chang-yang, ministro de Comercio, Industria y Energía.