Ciberacoso escolar: ¿Cómo estimular una convivencia digital positiva?

Por Vania López, psicóloga de Santillana.

El ciberacoso y en particular en etapa escolar es una problemática social y mundial que no podemos obviar. Con la llegada de la pandemia el bullyng digital creció considerablemente. El encierro promovió que muchos niños y adolescentes pasaran horas mirando sus teléfonos u otros dispositivos tecnológicos con la finalidad de generar algún contacto con el mundo exterior. El problema es que un comentario malintencionado en redes sociales puede dañar irremediablemente a una persona que se encuentra en pleno desarrollo.

El temprano acceso a plataformas virtuales ha acrecentado el riesgo de sufrir este tipo de agresiones. Y aunque se piensa que la violencia es ejercida de forma anónima, en tres de cada cuatro casos los responsables son personas conocidas. Puede ocurrir en cualquier rango de edad, y aunque hace cinco años estaba situado alrededor de los 15 años, hoy es a los diez debido a la hiperconexión cada vez más temprana.

Las cifras son alarmantes, en 2022 un estudio de Fundación Focus, realizado a más de 80 mil estudiantes chilenos, reveló que el 29% de los jóvenes de educación media dijo haber sido víctima de ciberbullying; 50% de ellos declaró incluso no haber contado su situación a nadie. En tanto, el Estudio Nacional Sobre ciberacoso en Pandemia, también en nuestro país, evidenció que el 49% de los encuestados reconoció haber sufrido acciones de violencia en los canales digitales.

Es posible educar a nuestros hijos en habilidades emocionales y sociales que les permitan afrontar el ciberacoso de manera efectiva y reducir el impacto emocional que pueda tener en ellos. Algunas habilidades emocionales que se pueden enseñar incluyen la empatía, la autoestima, la resiliencia y la comunicación asertiva.

Para afrontar esto e intentar gestionar caminos que permitan una convivencia sana entre el mundo digital y los niños, niñas y adolescentes, es fundamental supervisar el uso de dispositivos digitales y establecer normas claras en el comportamiento en internet y redes sociales, enseñar habilidades de comunicación y resolución de conflictos, y fomentar un ambiente familiar en el que se promueva la empatía y el respeto.

En los colegios, un plan de acción adecuado incluye promover la educación emocional y social en el aula, entre otros.

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El Periodista