Adverbio “Sólo”
Por Rodrigo Reyes Sangermani, Director ejecutivo de Reyes Sangermani Comunicación Estratégica Limitada (RSCEL).
Celebro la noticia esta semana publicada en este diario respecto que la RAE diga que el adverbio «sólo» pueda volver a llevar tilde. Pero al parecer la cosa no es tan clara como informan desde España. Quizás en realidad finalmente no exista ningún cambio, lo que habría dicho la RAE es que este nuevo instructivo sería sólo un ejercicio de interpretación correcta de la norma ortográfica corregida hace un par de años.
Lo dice así el prestigioso diario español El País. Es decir, ni nunca estuvo prohibido ponerle tilde al adverbio «sólo» ni ahora uno está obligado a hacerlo. La norma -indica el periódico- se refiere a que el o no uso de la tilde quedará a criterio del redactor cuando estime se produzca «riesgo de ambigüedad», o sea, cuando la redacción no sea del todo clara para diferenciar al adverbio “sólo” del sustantivo y/o adjetivo “solo”.
Lo que es yo, mientras los lingüistas y académicos de la lengua cervantina se pongan de acuerdo finalmente en una definitiva interpretación de la norma, me sumo a la rebeldía de autores como Mario Vargas Llosa, Soledad Puértolas, Arturo Pérez-Reverte, Javier Marías, Antonio Muñoz Molina o Luis Mateo Díez que siempre estuvieron en contra de la norma interpretada como se interpretaba, lo que ahora me da la tranquilidad de volver a escribir sin culpa «sólo» con tilde, sólo porque solo así lo aprendí y así me gusta, y con ello yo sólo evito solo el riesgo de la ambigüedad a todo evento.