Incentivos para la conscripción militar
Por Christian Slater Escanilla, Coronel en retiro del Ejército de Chile.
Considerando que la Subsecretaría de las Fuerzas Armadas lideradas por Galo Eidelstein, ha insistido en tomar la iniciativa para involucrarse y dirigir los Planes de estudios y Formación de los integrantes de las Fuerzas Armadas, promoviendo ahora un foro sobre el Servicio Militar –según él– para incentivar y fomentar la conscripción, he estimado conveniente, traer al presente, una iniciativa, como muchas otras del pasado, que llevó a cabo el Ejército de Chile y que, hasta ahora se mantiene vigente.
El año 2016, vimos pasar frente a nuestros ojos una modesta, novedosa y disruptiva iniciativa que gestionaron tres instituciones del país, favoreciendo a jóvenes de escasos recursos económicos, no mayores de 20 años. Todos, de las Regiones con mayores índices de pobreza.
Los jóvenes, mientras desarrollaban otras funciones, voluntariamente, después de cumplir algunas exigencias de estudios, fueron seleccionados para participar en un Diplomado que les abrió nuevas puertas y otras posibilidades de trabajo.
Este Diplomado, benefició a 18 jóvenes (14 hombres y 4 mujeres) entre otros miles que, durante el año 2016, además de ejercitarse físicamente, practicaron el orden, la obediencia, la responsabilidad, el espíritu de cuerpo, la lealtad, el honor, la abnegación, el respeto y el espíritu de servicio, entre otras importantes virtudes. Un cartón que les reconoce y certifica sus estudios en “Protección de Áreas Silvestres”. Hablamos sobre la protección de una extensa superficie de casi 15 millones de hectáreas, aproximadamente el 20% de nuestro territorio nacional, donde podrán poner en práctica sus conocimientos adquiridos.
Me refiero a quienes finalizaron, en septiembre del 2016, el primer Diplomado para Soldados Conscriptos en los más de 200 años de existencia del Ejército de Chile, la institución castrense en la cual cumplieron su Servicio Militar.
Al respecto, sólo algunos se percataron de esta inédita alianza estratégica docente entre el Ejército de Chile, la Universidad Santo Tomás, sede de Temuco y la Fundación Huilo Huilo en Neltume. Tres instituciones, dando un ejemplo, real y concreto, de cómo se puede aportar al desarrollo Regional. Todo esto ocurrió en La Región de La Araucanía y en La Región de Los Ríos. Una iniciativa que ya estando en retiro, me correspondió gestionar y liderar y que, observando la difícil situación que afecta a la Macro Zona Sur y muchas otras regiones de Chile, traigo nuevamente al presente y la pongo sobre la mesa.
Actividad y convenios que, hasta donde me he enterado, continúan vigentes, dando curso a otros diplomados similares, pero creo que, con un mínimo de voluntad, este diplomado podría ser más que eso. Con el interés de las respectivas autoridades, podría ser parte de un programa gubernamental para la decaída Macro Zona Sur y otras Regiones de Chile. Son decenas los proyectos de nivel Regional que muchas veces se financian sin ningún destino concreto. Aquí el Ejército no solo aportó soldados. Aportó jóvenes sanos, disciplinados, con conocimientos previos propios del Servicio Militar pero totalmente homologables a un Diplomado de estas características, como fueron las instrucciones de orientación, primeros auxilios, computación, capacidad física, capacidad para recibir y ejecutar órdenes, capacidad para actuar aisladamente, conocimientos de telecomunicaciones y otras virtudes militares que lo convierten en un alumno, calificado, respetuoso, responsable y comprometido.
Todo lo anterior, ha constituido, desde siempre, una especial preocupación del Ejército de Chile, como una Institución permanente de la República al servicio de la sociedad. Una responsabilidad que asume a través de una de sus Áreas de Misión, la de “Contribución al Desarrollo Nacional y a la Acción del Estado”. Tarea que cumple el Ejército sin desnaturalizar su función militar. En este caso, del Diplomado de Protección de Áreas Silvestres” para Soldados Conscriptos, se cumplen varios objetivos de esta Área de Misión:
• Capacitación del contingente que realiza su Servicio Militar.
• Fomentar las tradiciones y la protección del patrimonio histórico nacional y cultural
• Desarrollar prácticas sociales, comunicacionales y ambientales positivas.
• Cooperar a la creación de nuevas capacidades y necesidades laborales.
• Aportar a la conservación eficiente de Protección de Áreas Silvestres con la formación de especialistas que posteriormente podrán estar a disposición del Estado o privados.
• Cooperar a la preservación del medio ambiente.
• Cooperar a la solución de necesidades sociales
Cabe hacer presente que el Ejército de Chile desde el año 2004 ha mantenido un enlace permanente con la Universidad Santo Tomás, con la cual existe un Convenio Marco de Colaboración Académica, de duración indefinida, firmado el 28 de octubre de ese año. Algo similar ocurre con la Fundación Huilo – Huilo, con la cual, también desde el año 2004, el Ejército ha apoyado aquellas iniciativas que permitieron reinsertar el Huemul en la zona de Neltume, como parte de la preocupación constante del Ejército por conservar esta especie animal representativa del Escudo Nacional.
Este Diplomado para Soldados Conscriptos, además de haber sido el primero en su categoría, constituyó el primer paso para seguir buscando un nivel académico de mayor reconocimiento, lo cual podría ser evaluado por las instituciones participantes a través de las lecciones aprendidas. Con un poco de voluntad, perfectamente se podría lograr un nivel de formación técnica.
Es una iniciativa que se podría replicar en otras regiones del país y en otros ámbitos, como la minería, la seguridad, la salud, el transporte, el deporte, la agricultura, la prevención y el combate de incendios forestales, la inmigración descontrolada, los efectos del cambio climático, los desastres naturales, etc. Solo falta que se sienten a conversar el gobierno, las Fuerzas Armadas, las autoridades nacionales y Regionales, las universidades, los privados, los institutos técnicos u otras organizaciones que quieran aprovechar las capacidades que entrega el Servicio Militar. No tan solo de los Soldados Conscriptos que cumplen con su Servicio Militar por un año, sino también con aquellos Soldados Profesionales que están por 5 años en el Ejército. Tropa Profesional que, a partir de su tercer año, podrían participar en alguna capacitación técnica, que les permita obtener, durante su tercer, cuarto y quinto año de Servicio Militar, un título de ese nivel, incentivando así el deteriorado interés de las juventudes, por el Servicio Militar. Un importante valor agregado de acuerdo a los tiempos que se viven y que, en ningún caso, desperfila ni desnaturaliza la profesión militar.