Blinken viajará a Pekín en febrero para afianzar relaciones con China
La visita de Blinken pone a prueba si la reunión Biden-Xi ha allanado el camino hacia unos lazos más productivos entre Estados Unidos y China.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, viajará a Pekín a principios de febrero para afianzar las relaciones con el gigante asiático reuniéndose con su homólogo chino, Qin Gang, quien ostenta el cargo de ministro de Exteriores desde el pasado 30 de diciembre, según ha informado Politico.
De esta forma, el titular del Departamento de Estado estadounidense continuará con el compromiso de afianzar las relaciones entre Estados Unidos y China al que llegaron en la cumbre del G20 los mandatarios de ambos países, Joe Biden y Xi Jinping, respectivamente.
En dicha cumbre, que tuvo lugar en noviembre, Biden y Xi se comprometieron a «mantener abiertas las líneas de comunicación», todo ello tras un empeoramiento de las tensiones bilaterales, agravada tras la visita de la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi a la isla de Taiwán.
La visita de Blinken pone a prueba si la reunión Biden-Xi ha allanado el camino hacia unos lazos más productivos entre Estados Unidos y China, sobre todo tras la decisión de Xi de nombrar jefe de la diplomacia al que hasta diciembre era el embajador chino en Washington, según ha recogido el citado diario.
Qin, que asumió el cargo de ministro de Exteriores en enero, tras 17 meses de frías relaciones en la Embajada de China en Estados Unidos, ha señalado que está dispuesto a que la visita de Blinken sea un éxito.
«Quiero expresar mi sincero agradecimiento a la población de Estados Unidos por el fuerte apoyo y ayuda que me brindó a mí a la Embajada china», escribió Qin en Twitter tras despedirse como embajador, repasando los contactos mantenidos y ha cifrado en 22 los estados norteamericanos recorridos.
Como embajador, se jacta de haber hecho «muchos amigos», y ahora como ministro espera seguir trabajando en aras del diálogo. En este sentido, ha abogado por un «respeto mutuo» y una «coexistencia pacífica», sin aludir en ningún momento a focos de tensión políticos o comerciales entre Pekín y Washington. (Europa Press)
