Federación de gastronómicos llama a generar cambios urgentes para sobrevivencia del sector
El foco debe estar puesto en las condiciones laborales de los trabajadores, con nuevas demandas que surgieron tras el estallido social y la pandemia, donde los jóvenes profesionales, los garzones, ayudantes de cocina, administrativos buscan no solo trabajo, sino calidad de vida.
Con los años, la gastronomía ha tomado un rol estelar en el mundo; dejó de ser un negocio de compra y venta y se convirtió en uno en el que la comida ya no es solo comida, es toda una experiencia y, por consiguiente, uno de los motores que mueven la economía y el turismo alrededor del mundo.
El nivel de competitividad alcanzó estándares tan altos, que en un punto sobre exigió, y de hecho lo sigue haciendo, a todos quienes forman parte de la cadena de valor; desde las cabezas más altas, hasta la fuerza laboral de los grados más primarios.
Es así, que este mundo ha mostrado cada vez más vulnerabilidades y errores que se comenten: extensas jornadas y turnos de trabajo, los horarios, días y largas e intensas temporadas en el año; el poco respeto por el horario laboral, extendiéndose hasta horas de la madrugada, los inexistentes fines de semana, la poca o nula seguridad en locomoción; el estado de salud, físico y mental y el ineludible deterioro familiar. Estos son algunos de los tenores principales en la vida de los trabajadores gastronómicos, quienes, además, sumaron una variable repentina, el Covid-19.
El Presidente de la Federación Gastronómica de Chile (FEGACH), Felipe Yáñez, considera que “post pandemia también se produjo un cambio generacional de los colaboradores” y que es esencial que la “industria genere cambios que beneficien a los trabajadores, favorezcan su compromiso y fidelización con su profesión y su empleador”.
Las evidencias dentro del rubro nos obligan a cuestionar la forma en la que llevamos adelante este negocio y hacer hincapié en el mensaje de Ferrán Adrià, uno de los chefs con mayor reconocimiento a nivel mundial, quien dijo: “Hay que humanizar los horarios de trabajo, porque no va a haber personal… son las ocho horas que cualquiera trabaja. La restauración no puede ser diferente”.
Sobre el contexto en Chile, Yáñez afirma que “la discusión del proyecto de las 40 horas laborales deberá traer consigo elementos de mejora en las condiciones laborales” porque son esos los que potenciarán la fidelización y el compromiso de los trabajadores.
“Es de vital importancia, que nosotros seamos los primeros en velar por una buena calidad en la vida y profesión de los trabajadores; tenemos que garantizar la salud física y mental, su seguridad y la calidad de vida familiar”, concluyó.
A nombre de la FEGACH, Yáñez también reconoce los esfuerzos del sector gastronómico para sobrellevar las dificultades; por tanto, tiene la convicción de que ahora también se estará a la altura en este nuevo desafío, mejorando las condiciones y horarios laborales de sus trabajadores.
“Chile es un país con tremendas oportunidades para desarrollar su gastronomía y que esta se convierta en un polo turístico, pero sin gente detrás levantando la industria, no podremos hacerlo. Es necesario que hoy entremos en esa discusión: Cómo fortalecer el sector, sin el desmedro de la gente, al contrario, con el apoyo de ellos”.