Bruselas insiste en congelar 7.500 millones a Hungría

La Unión Europea trata de sacar adelante estas semanas una serie de medidas clave en su apoyo a Ucrania y represalias por la invasión rusa pero que chocan con el bloqueo húngaro porque requieren del apoyo unánime de todos los socios.

La Comisión Europea ha insistido este viernes en pedir a los Veintisiete que congelen 7.500 millones de euros en fondos de Cohesión para Hungría al considerar insuficientes las reformas para reforzar el Estado de derecho y luchar contra la corrupción, una nueva evaluación que Bruselas comunica en pleno pulso de los Veintisiete con el Gobierno de Viktor Orban en lo que varios altos funcionarios europeos tachan de «chantaje», por el bloqueo húngaro a la ayuda de 18.000 millones que la UE quiere asignar a Ucrania y tipo impositivo del 15% a las multinacionales.

Los ministros de Economía y Finanzas de la UE, sobre quien recae la responsabilidad de tomar una decisión a más tardar en la medianoche del próximo 19 de diciembre, pidieron en su última reunión una evaluación revisada del Ejecutivo comunitario sobre el impacto de las reformas que negociadas con Hungría para liberar los fondos.

En una carta a los ministros, el comisario de Presupuestos, Johannes Hahn, ha respondido este viernes que la versión actualizada con los textos legales presentados por Budapest esta semana para acreditar su avance en la aplicación de las reformas negociadas apenas introduce «cambios limitados» con respecto a la primera comunicación que no convenció a Bruselas.

A ojos de Bruselas, Hungría está dando «pasos positivos» por ejemplo para reforzar la transparencia del gasto público, pero los riesgos siguen existiendo, por lo que considera que se debe proceder a la congelación del 65% de los recursos previstos para tres programas regionales en este país.

Los ministros económicos de la UE disponen ahora de diez días para tomar una decisión definitiva al respecto, ya que si para la medianoche del 19 no hay una decisión consensuada el plazo expirará y los fondos no podrán ser bloqueados.

Entretanto, los países de la Unión Europea ven cada vez con mayor recelo el compromiso del Gobierno húngaro a quien diplomáticos y altos funcionarios de distintos Estados miembros acusan de usar los acuerdos europeos como «rehenes» para sus intereses o lamentan la «diplomacia de chantaje» por la que Budapest ha apostado en las negociaciones de todo tipo en el marco europeo.

La Unión Europea trata de sacar adelante estas semanas una serie de medidas clave en su apoyo a Ucrania y represalias por la invasión rusa pero que chocan con el bloqueo húngaro porque requieren del apoyo unánime de todos los socios.

Así, están en punto muerto la ayuda macrofinanciera por valor de 18.000 millones que la UE quiere conceder a Ucrania para el próximo año, una nueva partida para la compra de armas para este país, el noveno paquete de sanciones contra Rusia e incluso el acuerdo del Ecofin para un tipo del 15% en el impuesto sobre sociedades para las multinacionales.

El pulso con Hungría afecta también al visto bueno pendiente por parte de los Veintisiete a su plan de reformas e inversiones para acceder a 5.800 millones de euros del fondo de recuperación europeo, una decisión que también quedó suspendida en la última reunión de los ministros de Economía por el bloqueo del resto de dosieres.

Bruselas recomendó dar luz verde al plan anticrisis húngaro pero dejando claro que todo desembolso de los fondos debería estar condicionado a que Hungría cumpla con un paquete de 27 medidas concretas vinculadas a la independencia judicial y la lucha contra la corrupción que también se le exigen para liberar los 7.500 millones de euros de fondos regionales. Si los 27 no aprueban este plan antes del 31 de diciembre, advierten fuentes diplomáticas, Hungría perderá el 70% de los 5.800 millones. (Europa Press)

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El Periodista