Trump dará su «gran anuncio» este martes con un ojo puesto en DeSantis
Son muchas las voces dentro del partido que consideran que Trump habría frustrado las aspiraciones de los republicanos en estas elecciones legislativas.
Salvo sorpresa de última hora, Donald Trump tiene previsto este martes 15 de noviembre presentar su candidatura a las presidenciales de 2024, si bien no en el mejor de los escenarios después de unas elecciones de mitad de mandato en las que la mayoría de sus candidatos han fracasado y los republicanos no han logrado esos resultados que habían predicho durante la campaña.
Aunque Trump no estaba personalmente presente en las papeletas electorales, prácticamente todo el mundo en Estados Unidos se ha tomado estas elecciones como la antesala de sus aspiraciones presidenciales para 2024. Ha estado de gira en las últimas semanas por varios estados no solo para apoyar a sus candidatos, sino también para tantear los ánimos entre el electorado ante su previsible vuelta.
No obstante, ante los resultados decepcionantes, en especial de los conseguidos por los candidatos a los que apoyó, Trump ha intentado restarle importancia y se ha cubierto las espaldas al afirmar que si ganan, él debería llevarse todo el mérito, pero que si pierden serán otros los responsables.
No solo la «ola roja» que había vaticinado no se ha cumplido, sino que además la mayoría de los candidatos a los que apoyó continúan por detrás en los recuentos. Unos resultados un tanto decepcionante para el magnate, cuya figura como líder de facto es cada vez más cuestionada en el Partido Republicano.
Son muchas las voces dentro del partido que consideran que Trump habría frustrado las aspiraciones de los republicanos en estas elecciones legislativas en las que parece que los demócratas continuarán teniendo el control del Senado, pero no así de la Cámara de Representantes.
Desde Michigan hasta Pensilvania, los candidatos novatos respaldados por Trump se mostraron en ocasiones como una suerte de parodia del expresidente, repitiendo ideario y representando la misma comedia, mitigando así la caída de popularidad del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y la crisis económica.
Esa carrera presidencial de Trump dentro de su partido no es ahora un mero trámite como la vez anterior a medida que se erige la figura del gobernador de Florida, Ron DeSantis, como alternativa, sobre todo después de los buenos resultados cosechados en estas elecciones.
Si Trump ha sido el gran perdedor de aquella noche electoral, DeSantis ha sido el gran ganador. Su victoria por casi 20 puntos porcentuales, con asombrosos resultados en condados de mayoría latina, le ha servido para reivindicarse y reafirmar a Florida como un bastión fuera del alcance de los demócratas.
DeSantis está logrando algo que hace seis años parecía imposible, acercarse a igualar la prominencia dentro de partido un Donald Trump que ha evitado pronunciarse acerca de los resultados y en especial del buen desempeño del que parece será su rival dentro de las primarias. Es una «noche interesante», dijo.
A pesar de sus menosprecios, Trump es consciente de que el potencial de su rival pone en entredicho su carrera presidencial y ya le amenazó que si se presentaba podría salir «muy malherido».
«Creo de verdad que podría lastimarse gravemente. Te diría cosas sobre él que no serían muy halagadoras, sé más sobre él que nadie, más que, quizás, su esposa», dijo Trump el mismo día de las elecciones a Fox News, cadena a la que más tarde reprendió por el «apoyo total» que ha estado brindando a DeSantis, un «gobernador republicano promedio con excelentes relaciones públicas».
Sin embargo no es la primera vez que las élites del Partido Republicano escriben el obituario político de un Trump, que no ha dudado en otras ocasiones en arrasar con todos aquellos que osaron cuestionarle. Unas enconadas primarias harían las delicias entre los demócratas, tal y como el mismo Biden reconoció. «Será divertido verles enfrentarse», celebró. (Europa Press)