Nadal empieza mal las Finales ATP con derrota ante Taylor Fritz
Ahora, el español se medirá el martes en la segunda jornada a un Felix Auger-Aliassime que perdió también este domingo ante el noruego Casper Ruud (7-6(4), 6-4)
El tenista español Rafa Nadal cedió (7-6(3), 6-1) ante el estadounidense Taylor Fritz este domingo en su debut en las Finales ATP que se disputan en Turín (Italia), incapaz de inquietar a su motivado rival y obligado ahora a la épica para llegar a semifinales.
El balear, que busca ganar por primera vez la Copa de Maestros, tuvo un mal estreno en la última cita del año. El inicio fue comedido y, cuando cogió carrerilla con su servicio, falló en el ‘tie-break’ del primer parcial. Fritz demostró nervios de acero y cero presión para tumbar al favorito del Grupo Verde en el Pala Alpitour.
Ahora, Nadal se medirá el martes en la segunda jornada a un Felix Auger-Aliassime que perdió también este domingo ante el noruego Casper Ruud (7-6(4), 6-4), sin margen de error si quiere estar en los cruces. El balear llegaba a Turín con las dudas de la falta de partidos los últimos cinco meses, pero con tiempo para trabajar.
Así se mostró en la previa, optimista con sus opciones, pero de inicio empezó en perfil bajo. Fritz no sufría con su saque, tampoco daba opciones con mucho primero, mientras empezaba a tener opciones de romper al español. Nadal las salvó en el tercer juego y, sobre todo, en el séptimo, pero el estadounidense no se inmutó.
En la muerte súbita, que comenzó con doble falta del número dos del mundo, confirmó el yanqui su dominio con mucha confianza. Con dos bolas a la línea cerró su triunfo parcial y, en el segundo set, aprovechó la primera bola de ‘break’ que tuvo (3-1) para acercar su segundo triunfo sobre Nadal este año. El campeón de 22 ‘grandes’, cabizbajo, no vio respuesta a un novato muy enchufado.
El estadounidense, por primera vez en la cita que reúne a los ocho mejores del año, aún quiso más y rompió de nuevo a Nadal para el 5-1 que después rubricó con la victoria. El balear tendrá que hacer el más difícil todavía, algo que en 2022 ya logró el campeón de Australia y Roland Garros, pero en un escenario esquivo como ningún otro en su carrera.