Brigadistas de ENAP reducen tiempos de respuesta a emergencias tras capacitación en EEUU
Se capacitaron en rescate en altura, contención de materiales peligrosos —por derrame o fuga— e incendios industriales, entrenamiento con fuego directo y trabajo en emergencias nocturnas.
Durante la primera semana de noviembre, 29 brigadistas de la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) visitaron la ciudad de Corpus Christi, al sur de Texas en Estados Unidos, con el fin de capacitarse en cómo abordar incendios industriales. Es el segundo grupo que viaja este año para asistir al programa de cinco días que especializa a brigadistas en cómo se debe controlar una emergencia con fuego y bajo alta presión, además de tratar situaciones relacionadas con control de derrames de hidrocarburos y rescate de personas.
En esta oportunidad, los brigadistas son voluntarios de ENAP Refinería Aconcagua (ERA), ENAP Refinería Bío Bío (ERBB) y, por primera vez, miembros de la Dirección de Almacenamiento y Oleoducto (DAO) se suman a un entrenamiento integrado de ENAP en USA. El gerente corporativo (I) de HSEC de ENAP, Christian Urrea, explica que la empresa tiene conformadas estas brigadas de respuesta a emergencias bajo la Norma NFPA 600, la cual fue elaborada por la organización americana National Fire Protection Agency y que establece requisitos mínimos para la organización, operación, entrenamiento y dotación de quienes atienden incendios dentro de la industria.
“Cada una de nuestras Brigadas de Emergencia está compuesta por trabajadoras y trabajadores que voluntariamente quieren pertenecer a este grupo, debiendo cumplir con condiciones médicas y psicológicas aptas, bajo criterios predefinidos. Todo integrante debe realizar, además, entrenamientos periódicos para asegurar el conocimiento de cómo dar respuesta a una emergencia y dotar de las habilidades necesarias para abordar de forma segura los distintos escenarios de incendios, derrames o accidentes”, afirma.
Quienes quieran ser brigadistas dentro de la empresa postulan y deben pasar un chequeo médico y un proceso de entrenamiento básico inicial, para poder ser parte del grupo; todo normado dentro de reglamentos que regulan los derechos y obligaciones como brigadistas. “Las brigadas son tan o más relevantes que los sistemas contra incendios, con labores de apoyo preventivo, de seguridad industrial, de rescates en altura y atención primaria en accidentes”, sostiene Urrea, destacando que “las brigadas más históricas son las de refinería, las que tienen más de 55 años de trayectoria y una larga tradición muy arraigada en el corazón de estas instalaciones”.
Mesa técnica y centros de entrenamiento
Existe una mesa técnica de crisis y emergencias donde participan los jefes de emergencia de las distintas unidades de ENAP. Actualmente, se ha avanzado en la inclusión femenina en las brigadas cuya dotación máxima es de 108 brigadistas para ERA y 120 para ERBB, mientras que en DAO 76 funcionarios están acreditados como brigadistas, rotando a través de guardias pasivas para dar soporte al personal de turno en emergencias y en cualquiera de sus instalaciones. Magallanes cuenta con 108 brigadistas, distribuidos en las áreas de Isla, Posesión, Cabo Negro-Laredo y Gregorio; existen capacitaciones particulares por explotación y perforación, por rescate de accidentes vehiculares, teniendo una activa participación en la Academia Nacional de Bomberos.
El jefe del Área Respuesta Emergencias de ERBB, Mauricio Oliveros, precisa que las brigadas se dividen en distintos grupos, de entre 10 a 12 personas. “Hacen su trabajo en horario normal y luego realizan ejercicios, actividades prácticas de capacitación y pernoctan en el cuartel de brigada, similar a uno de Bomberos”, sostiene. Los turnos de guardia son de 24 horas y mínimo debe haber ocho a 10 personas.
Sobre cómo incrementan sus conocimientos, cuenta que ENAP organiza la formación de manera escalonada y cada año lleva a cabo seis capacitaciones grupales: tres en Chile y tres fuera del país. Dispone de tres centros de entrenamiento. El primero está en Talagante y es la Academia Nacional de Bomberos, donde asisten desde ERBB, Magallanes y DAO (ya que ERA tiene un pequeño centro en sus instalaciones). Se llevan a cabo cursos de 24 horas y en tres temáticas: rescate en altura, contención de materiales peligrosos e incendio industrial.
Los otros dos están en Estados Unidos. El primero es el Refinery Terminal Fire Company (RTFC), ubicado en Corpus Christi. Hace 10 años fue seleccionado porque es una compañía que está en la bahía del Golfo de México, desde donde atiende cerca de 20 empresas del rubro petroquímico; se dedican a brigadistas industriales y con el valor agregado de entrenamiento con fuego. El segundo es Fires Foundation, organismo técnico de capacitación que arrienda en Luisiana el Centro de Entrenamiento para Respuesta a Emergencias de Calcasieu (CERTC); hacen ejercicios nocturnos para ver el comportamiento distinto del fuego y con incendios de estanques.
El programa de cinco días en el extranjero consta de inducción, reconocimiento del área, charlas de seguridad y distintas zonas, para luego realizar los cursos de ataque de incendio, que van desde lo básico hasta mayor intensidad. Miden hasta el último día los tiempos de respuesta y rendimiento, donde han detectado que éstos disminuyen hasta la mitad, tomando en cuenta factores como el estrés, el fuego directo y la respiración autónoma. De regreso en Chile, comparten la experiencia y la traspasan a otros jefes de grupo, fortaleciendo así a todos los equipos y la capacidad de ENAP de dar respuesta y rápido control antes una situación de emergencia.
Experiencia de mujeres y hombres
En agosto, la brigadista de ENAP Refinería Aconcagua, Carla Paredes (35), fue a capacitarse a Estados Unidos junto al grupo número 6. Ella es parte de la empresa desde el 2015, cuando ingresó como operadora siendo la primera mujer en el área de fraccionamiento. Cuenta que para ella “nunca ha sido tema el que me guste la petroquímica pero en la práctica cuesta que no se haga diferencia, sobre todo al comienzo”.
Relata que “este camino ha sido bonito y lo he tomado como una meta para que me conozcan y entiendan que todas las personas tenemos la oportunidad de demostrar nuestras capacidades, independiente del género, estatura, religión, etc.”. Detalla que luego de operaciones, en 2020 se incorporó al área de prevención operativa, donde nuevamente fue la primera mujer y cuando decidió ser brigadista. “Tuve que romper una imagen y prejuicios para que supieran que ante el estrés frente una emergencia, puedo funcionar igual o mejor”, dice.
A su criterio, “como mujer tenemos más habilidades blandas y podemos estrechar lazos y espacios de conversación y apoyo que no tienen que ver con lo técnico”. Respecto a la capacitación en el extranjero —donde también iba otra mujer brigadista—, revela que “derribamos muchas barreras al ponernos a prueba físicamente y demostrar nuestro aguante y estrategia, generando el respeto y confianza del equipo en el campo de juego”.
Por su parte, este mes, el jefe del grupo número 12 de ENAP Refinería Bío Bío, Víctor Quiroz (42), es quien lidera una de las delegaciones fuera de Chile. Trabaja desde el 2007 en ENAP; ingresó como técnico mecánico y hace un año es supervisor mecánico. Desde el 2009 es brigadista y lleva seis años como jefe de grupo o capitán.
Afirma que fue post terremoto del 2010 cuando se modernizó la flota de camiones —hoy cuentan con dos carros americanos y otro alemán— y la vestimenta para pasar a una más liviana y moderna, con trajes, guantes y cascos acorde a la norma actual. Junto con la modernización en equipamiento vienen las capacitaciones y “las más relevantes son de la mano de los americanos, dado que nos llevan la delantera porque tienen más refinerías y mayor experiencia”, argumenta. Sobre el viaje a Corpus Christi, afirma que “el plus es que todo el grupo conoce cómo actuar con fuego directo real (simulado pero directo)”. Asimismo, “quienes capacitan son bomberos activos en refinería con expertise intensa, ya que allá lo viven a diario y con emergencias graves”, justifica.