Teatro GAM: dos personas crean un imperio en 10 metros cuadrados

“Atlantium” es un montaje que reflexiona sobre los prejuicios, la soledad y el territorio artificial, a través de una comedia ácida, ágil y emotiva sobre la crisis de identidad.

“Atlantium, el país que no quería dejar de serlo” se titula esta comedia que se inspira en ficciones y hechos reales para reflexionar sobre los prejuicios, la soledad y la autodeterminación de los pueblos.

Protagonizada por Anita Reeves, José Antonio Raffo y Mario Ocampo, dirigida por Pablo Greene, la obra toma como anécdota central la fundación de un país por un ciudadano australiano común y corriente en el patio trasero de su casa. Desde allí, se hace llamar “emperador”, crea una bandera y nombra muti-ministro a su amigo.

Tras años de invitar a líderes mundiales, sin nunca tener respuesta, el Imperio de Atlantium por fin recibe su primera visita oficial: la Canciller de Australia (Anita Reeves). Para su desgracia, ella viene con un ultimátum del gobierno: o baja la bandera o irá a la cárcel.

Arrinconado, el emperador Jorge II (Mario Ocampo) y su ministro (José Antonio Raffo) intentan algo tan desesperado que podría -incluso- provocar una guerra. Todo sea para que su país no deje de serlo.

La compañía Equipo Teatro («A la cabeza del ganado»), trae esta historia que el autor, Pablo Greene, conoció a través de internet:  “Aunque partió como un chiste por unos jóvenes australianos hace 30 años, hoy ya es una micronación con bandera, himno nacional, sello postal, moneda, etc. Lo vi por primera vez en una nota de la BBC y me sorprendió los valores por los que ellos luchan. Hablan de suicidio asistido, libertad de circulación, social democracia, autodeterminación de los pueblos”, comenta Greene.

El imperio de Atlantium es efectivamente hoy una micronación con sede en Australia, que fue fundada en Sidney por George Francis Cruickshank el 27 de noviembre de 1981. En respuesta a un aumento percibido en las influencias políticas no deseadas en ese país, tres residentes hicieron una declaración unilateral de independencia y reclamaron un enclave de 10 metros cuadrados en el patio de su casa. Cruickshank fue aclamado allí como emperador y asumió el poder ejecutivo completo, la autoridad legislativa y judicial, como Su Majestad Imperial George II. Hoy tienen más de 3 mil habitantes provenientes de cien países diferentes.

“Es una comedia delirante pero emotiva, que trata sobre la loca valentía de trazar nuestro propio camino. Le comenté de la obra al Emperador real por Facebook y me pidió fotos para subirlas en las redes del imperio. Un honor. Incluso dijo que quería tomarse el tren Santiago-Sidney para venir al estreno. Si Su Excelencia es capaz de semejante sacrificio, esperamos que quienes estén acá se den una vuelta por el teatro. No se arrepentirán: reirán, pero también reflexionarán”, expone el director.

Si bien la obra, sexto montaje de la compañía, fue escrita en 2019, su temática puede aplicarse al Chile de hoy. El humor y el ritmo son claves para la dramaturgia y la actuación: “El humor puede romperte los prejuicios sin darte cuenta, es impredecible. Por eso a mí hace años me enamora el humor. Y el ritmo es fundamental. Siempre hemos dicho que nuestras obras deben parecer canciones. Juego mucho con el ritmo de la palabra, las rimas y los versos libres”, finaliza el director.

Del 20 al 30 Oct.
Jueves a Domingo – 20 hrs.
+ 12 años

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El Periodista