Diputados japoneses denuncian presiones desde la Iglesia de la Unificación
Hideyuki Teshigawara, que se encuentra al frente de la Iglesia de la Unificación, ha admitido que uno de sus grupos afiliados, la Federación para la Paz Mundial, ha tratado de instar a algunos diputados a firmar documentos que incluyen políticas afines.
Varios diputados japoneses han denunciado este viernes haber sufrido presiones por parte de grupos afiliados a la Iglesia de la Unificación para sacar adelante políticas afines a la secta.
Dos de estos grupos habrían tratado de persuadir al gubernamental Partido Liberal Democrático (PLD) para impulsar políticas a cambio del apoyo recibido por su parte en procesos electorales realizados en el pasado.
Hideyuki Teshigawara, que se encuentra al frente de la Iglesia de la Unificación, ha admitido que uno de sus grupos afiliados, la Federación para la Paz Mundial, ha tratado de instar a algunos diputados a firmar documentos que incluyen políticas afines, según informaciones de la agencia de noticias Kiodo.
Fuentes cercanas al asunto han señalado que dos organizaciones habrían contactado con miembros de la formación en toda la nación y que algunos de los documentos habrían sido firmados. Al menos tres diputados han admitido haber recibido los documentos en cuestión.
La organización ha sido acusada de forzar a sus seguidores a hacer cuantiosas donaciones y su nombre ha cobrado relevancia recientemente tras el asesinato del ex primer ministro Shinzo Abe, cuyo asesor confeso, Tetsuya Yamagami, acusó precisamente a la secta de haber llevado a su familia a la bancarrota y a Abe de haber contribuido a su implantación en el país asiático.
A pesar de estas informaciones, el primer ministro nipón, Fumio Kishida, ha defendido la objetividad de los diputados de su formación y ha señalado que a estos casos no han tenido impacto alguno sobre el proceso para legislar.
El lunes, el propio Kishida prometió abrir una investigación contra la Iglesia de la Unificación después de que el Gobierno recibiera 1.700 consultas telefónicas de seguidores quejándose de sus prácticas. A finales de julio, varios políticos japoneses admitieron tener relación con la secta tras el asesinato del ex primer ministro. (Europa Press)