Campaña sucia se instala en última etapa de las elecciones de Brasil

Entre el 8 de agosto y el 9 de octubre, el TSE ha recibido 87 peticiones para suspender o retirar propaganda electoral, de las cuales 62 llegan desde el PT, que ha logrado que los tribunales le den la razón en la mitad de los casos presentados.

La última parte de la campaña presidencial en Brasil parece haberse enfangado más de lo previsto para las capacidades de un Tribunal Superior Electoral (TSE) que no solo no para de recibir demandas de ambas candidaturas, en especial desde el Partido de los Trabajadores (PT), exigiendo la retirada de propaganda electoral irregular, sino que se ha mostrado incapaz de hacer efectivos fallos anteriores.

Así, la mayoría de los vídeos electorales que el TSE ha ordenado retirar tanto al equipo de campaña del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, como a la del candidato a la reelección, Jair Bolsonaro, para evitar la desinformación siguen en el aire y acumulan en algunos casos más de tres millones de visualizaciones.

Entre el 8 de agosto y el 9 de octubre, el TSE ha recibido 87 peticiones para suspender o retirar propaganda electoral, de las cuales 62 llegan desde el PT, que ha logrado que los tribunales le den la razón en la mitad de los casos presentados.

La guerra sucia contra el PT ha sido muy diversa, desde que Lula persigue cristianos, a que fomenta el consumo de drogas entre los jóvenes, o pretende cerrar los medios de comunicación o colocar a antiguos aliados, hoy presos, en el poder.

Por su parte, el presidente Bolsonaro se ha prodigado menos en esta cuestión de reclamar a la justicia electoral por la supuesta difusión de noticias falsas por parte de su rival en su contra. Solo siete veces ha pedido la intervención del TSE, que eso sí, ha fallado a su favor en cinco ocasiones.

Sin embargo, los fallos del tribunal son normalmente ignorados. Así, aunque el TSE, por ejemplo, ha ordenado la retirada de un vídeo en el que se asocia a Bolsonaro con el canibalismo por considerarlo descontextualizado, se puede seguir encontrando en varias plataformas de redes sociales.

Más de 242.000 visualizaciones tiene un vídeo en Facebook titulado ‘Bolsonaro admite canibalismo y comer carne de indígena’. La misma publicación ha alcanzado las 800.000 visitas en el perfil de Twitter del diputado André Janones, aliado de Lula, quien también ha visto como una grabación editada por el socio de su rival, Nikolas Ferreira, y que le asocia con el consumo de drogas entre los jóvenes ha sido visto al menos 493.000 veces en el Facebook de Flávio Bolsonaro.

Ese vídeo, ya retirado de Facebook, sigue estando disponible en Twitter en algunas cuentas afines a Bolsonaro, entre ellas la del candidato frustrado a diputado Jouberth Souza. Él es uno de los centeneras de usuarios de redes sociales que comparten este tipo de publicaciones una vez han sido retiradas de las cuentas originales, las cuales suelen dejar claro a sus seguidores la necesidad de difundir este material para contrarrestar las decisiones judiciales.

Mientras tanto, la guerra sucia y las campañas de desinformación continúan. La última entre los bolsonaristas consisten en sacar un mensaje oculto de apoyo al crimen en las iniciales de una gorra que Lula utilizó en un acto de campaña en una favela de Río de Janeiro, mientras que desde el PT han editado un vídeo para televisión en el que se muestran a conocidos seguidores de Bolsonaro condenados por asesinato, como el actor Guilherme de Pádua o la diputada Flordelis de Souza.

No está previsto que los duros ataques cesen hasta la cita definitiva con las urnas el 30 de octubre. Antes, este domingo Lula y Bolsonaro se ven las caras en un debate que se espera repleto de encontronazos. Los equipos de ambos candidatos coinciden en señalar en que esperan un tono más duro incluso del mostrado hasta hora por uno y otro, por lo que las propuestas irán acompañadas de reproches y acusaciones. (Europa Press)

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El Periodista