Inversión total de investigación y desarrollo en Chile se mantiene en un 0,34% del PIB y completa diez años sin mayores variaciones

Últimos datos recolectados por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación muestran que el Estado, pese a una leve disminución, continúa siendo la principal fuente de financiamiento en I+D, mientras que empresas, instituciones privadas sin fines de lucro e instituciones de educación superior registraron variaciones positivas.

El Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación dio a conocer durante esta jornada los resultados preliminares de la Encuesta sobre gasto y personal en Investigación y Desarrollo, datos referenciados al año 2020, recolectados durante el 2021.

Dentro de las principales cifras, se observa que la inversión en I+D en Chile se mantiene en un 0,34% del PIB. Sin embargo, medido en millones de pesos existe una caída de $14.938 millones en relación con la última encuesta elaborada.

Si se considera la inversión en los últimos 10 años (2010-2020), no ha existido un mayor crecimiento. Para 2010, la inversión fue de 0,33% del PIB; 0,35% para 2011; 0,36% para 2012; 0,39% en 2013; 0,38% en 2014 y 2015; 0,37% en 2016; 0,36% en 2017; 0,37% en 2018 y 0,34% en 2019 y 2020.

Sobre las fuentes de financiamiento, se presentó una caída por segundo año consecutivo por parte del Estado, financiando $27.743 millones menos en el año 2020 respecto al 2019, equivalente a una caída del 8,9%. En esta misma línea, la inversión internacional también mostró una disminución del 62%, lo que se traduce en $23.498 millones. Mientras que en datos positivos, se vio un aumento en la inversión en I+D por parte de las empresas ($20.545 millones, 9,6%), instituciones de educación superior ($14.366 millones, 12,8%) e instituciones privadas sin fines de lucro ($1.392 millones, 10,5%).

Acerca de la encuesta, el ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Flavio Salazar, indicó que “esta encuesta anual nos permite visualizar cómo avanza la inversión en investigación y desarrollo en su totalidad nacional, incluyendo los fondos que se entregan desde el Estado y también el aporte que hacen los privados. En ese contexto, hemos notado que hay una caída significativa durante los últimos 3 años de la inversión en investigación y desarrollo, lo que nos mantiene en el 0,34% del producto interno bruto. Se aprecia una disminución del aporte del Estado, situación preocupante que esperamos revertir como gobierno durante estos 4 años”.

“Por otra parte, se observa que a pesar de la disminución de la inversión por parte del Estado, existe un aumento de inversión desde el sistema privado. Esto lo valoramos positivamente, porque implica que en el futuro podemos incentivar aún más este incremento”, agregó el ministro Salazar.

Otros de los datos que arroja esta encuesta, es que el número de personas que se dedican a I+D tuvo una pequeña caída del 0,5%, lo que en número se refleja de 16.422 a 16.348. Sin embargo, se observa que hubo 290 personas más investigando por medio de jornada completa (3%) y que existe un aumento del 6,4% en el personal que cuenta con doctorado (263 personas más), principalmente en mujeres (8,1%).

En la misma línea, y en cifras asociadas a género, hubo una evolución del personal femenino dedicado a estas actividades. Del total de mujeres en investigación y desarrollo con jornada completa, se vio una caída de 171 personas, que es equivalente a un 2.6% menos. Además, las mujeres pasaron a representar de un 40,1% a un 39,2% del total de personas dedicadas a esta área.

Para la subsecretaria de la cartera, Carolina Gainza, “el desafío principal es trabajar en un cambio cultural en el cual nos convenzamos como país de que la investigación no es un gasto, sino que una inversión”. “En los análisis que hemos hecho, y que consideran la trayectoria de desarrollo de los ecosistemas de CTCI de otros países OCDE, vemos que aquellos países que han invertido más desde el Estado, después de un tiempo pueden observar cómo crece la inversión de los privados. En otras palabras, ese impulso inicial consigue apalancar la inversión de los privados, porque entrega certezas al ecosistema CTCI y define misiones que permiten concentrar la I+D en áreas prioritarias de desarrollo”, señaló.

“El Gobierno ha señalado que fomentar la inversión en I+D es central en la reforma tributaria, por lo tanto, existe conciencia respecto a la necesidad de fortalecer nuestro sistema de ciencia, tecnología, conocimiento e innovación. Si nos comparamos con países similares, vemos que en aquellos con un gasto en I+D menor al 1% del PIB, la participación del Estado en el financiamiento a I+D es mayor que el de las empresas; mientras que en aquellos en los que la inversión es mayor al 1% del PIB, es el privado quien financia mayores recursos en I+D y el Estado disminuye”, sostuvo la subsecretaria Gainza.

Respecto a la posición de Chile sobre la inversión de I+D a nivel internacional, nuestro país aún continúa por debajo de los países de la OCDE, quienes invierten en promedio un 2,68% del PIB. Sobre otros miembros, solo México y Colombia reportan un gasto menor.

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El Periodista