Evitar un hackeo es casi imposible, estima experto tras ciberataque en Chile
Para el especialista en tecnología de la UFG, centro de estudios reconocido por su claustro de investigadores, ningún sistema de ciber-protección es completamente seguro porque todos tienen un eslabón débil e inevitable, el usuario.
El ciberataque al Ejército de Chile recién realizado por el colectivo «hacktivista» Guacamaya confirmó que nadie es inmune a estas incursiones, y que solo la precaución permite minimizar su impacto, como aseguró este sábado a la agencia Sputnik el experto salvadoreño Néstor Yubini.
«La mejor forma de minimizar el impacto de un hackeo, porque evitarlo es casi imposible, es tomar conciencia del riesgo y capacitar constantemente sobre las mil y una formas que los ciberdelincuentes pueden golpear», recalcó Yubini, docente de la Universidad Francisco Gavidia (UFG).
Para el especialista en tecnología de la UFG, centro de estudios reconocido por su claustro de investigadores, ningún sistema de ciber-protección es completamente seguro porque todos tienen un eslabón débil e inevitable, el usuario.
«Puedes invertir millones de dólares en el mejor sistema de ciberseguridad del mundo, pero si el usuario le da click a un correo dónde le dicen que su cuenta de banco ha sido vulnerada y debe ingresar su contraseña para verificarlo, o al enlace de un video viral que le lleva a un sitio que descarga algún software maligno, entonces el sistema se vuelve vulnerable», precisó Yubini.
El académico señaló que los «hacktivistas» (hackers con motivaciones sociales) usan técnicas de ingeniera social para identificar usuarios en los sistemas que pretenden intervenir, y con diversos métodos y paciencia los hacen comprometer sus credenciales de acceso, y así vulnerar las barreras.
Tras su incursión en Chile, Guacamaya anunció que en los próximos días filtrará documentos castrenses de México, Colombia, Perú e incluso El Salvador, nación donde, según Yubini, no hay una cultura arraigada de seguridad informática, ni siquiera en medidas tan básicas como contar con «backups» (copia de respaldo).
«En El Salvador no existe una cultura de inversión alta en muchas empresas, porque no todos entienden los riesgos del robo de la información o a lo que se exponen y, desgraciadamente, se dan cuenta ya tarde, cuando ya han sido atacadas por un «ransomware» (programa que secuestra datos)», explicó.
Guacamaya salió del anonimato en marzo pasado, cuando filtró millones de documentos que evidenciaron la cooptación del Estado guatemalteco por la empresa minera Solway Investment Group, con sede en Suiza, que pagó a las autoridades de ese país para perseguir a los opositores al proyecto minero en El Estor.
«Guacamaya somos todas. Del norte al sur de nuestra tierra de la sangre vital. Estamos en los colegios, universidades, en las casas, en los montes y en las selvas», afirma el colectivo en un comunicado.
De presunto origen centroamericano, este grupo se especializa en exponer el papel de militares y políticos en el ocultamiento de los estragos ambientales y sociales causados por consorcios extractivistas, que contaminan el entorno, espían a líderes comunitarios y periodistas, y compran voluntades en los gobiernos.
(Sputnik)
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