Boric homenajea a Allende en EEUU: «Su vigencia está en su convicción democrática»

El mandatario chileno sostuvo que "hoy tenemos el deber de encarnar esos principios en cada una de nuestras acciones, porque la tentación de tomar otros caminos es muy fácil, y lo vemos en países cercanos".

(Por Francisco Bravo Atias/Sputnik) «Vengo de Chile», dijo el presidente Gabriel Boric en su debut en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), usando las mismas palabras que hace 50 años utilizó el expresidente chileno Salvador Allende (1970-1973) para iniciar su histórico discurso en la misma instancia.

En sus minutos de intervención en la cita, Boric recordó las palabras que el mandatario socialista emitió en septiembre de 1972 en la Asamblea General de la ONU, en plena Guerra Fría. Allende habló en tierras estadounidenses de la superación del sistema capitalista, de la nacionalización de recursos naturales, de las consecuencias del imperialismo en América Latina y criticó los abusos de las empresas transnacionales.

El homenaje de Boric quedó ahí y el miércoles 21 de septiembre, aún en Nueva York, el mandatario encabezó una ceremonia íntima organizada por Chile y el Gobierno de España en el Instituto Cervantes de esa ciudad, y evidenció una profunda admiración por su fallecido antecesor.

«A Salvador Allende no hay que tenerlo como una figura inmóvil, sino como una idea que va adecuándose según los tiempos. Su vigencia está en la consecuencia con la que actuó, en su irrenunciable convicción democrática. De hecho, uno de los motivos por los cuales es tan recordado no es principalmente por su sacrificio, algo que la derecha ha tratado de negar durante mucho tiempo, sino que por su proyecto de la Unidad Popular, un proyecto profundamente democrático», dijo Boric, haciendo referencia a la iniciativa política que Allende construyó junto al Partido Socialista, al Partido Comunista y los movimientos de izquierda.

Asimismo, el mandatario chileno agregó: «Hoy tenemos el deber de encarnar esos principios en cada una de nuestras acciones, porque la tentación de tomar otros caminos es muy fácil, y lo vemos en países cercanos».

También intervino en el acto el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. «La voz de Allende es fuente de inspiración en muchos otros discursos que permanecen injustamente en la sombra. Hoy está más vigente que nunca el mensaje de que tenemos que proteger a los más débiles del abuso de los más fuertes, repartir las cargas y asegurar que, quienes más tienen y más se benefician de esta coyuntura, se comprometan y contribuyan en la medida que les corresponda».

La lista de invitados la cerró la senadora socialista y la tercera hija del expresidente, Isabel Allende; la nieta del exmandatario y presidenta de la Fundación Salvador Allende, Marcia Tambutti; el presidente de Perú, Pedro Castillo, y el primer ministro de Portugal, António Costa.

LADO B

A pesar de ser una ceremonia privada e íntima, se generaron algunas situaciones que llamaron la atención de la prensa y los invitados. A varios sorprendió que llegara al Instituto Cervantes el actor chileno-estadounidense Pedro Pascal, reconocido por protagonizar producciones internacionales como «El Mandaloriano», «Narcos» y «Juego de Tronos».

Pascal, quien emigró a temprana edad de Chile junto a su familia durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) debido a que sus padres eran simpatizantes de Allende, se ha manifestado en reiteradas oportunidades sobre procesos políticos chilenos. Apoyó, por ejemplo, al presidente Boric en su campaña, y envió mensajes a favor del Apruebo en el plebiscito constitucional del 4 de septiembre.

El encuentro entre Boric y Pascal fue particularmente cálido, con un abrazo que duró varios segundos, donde ambos se mostraron cercanos y conversaron de manera distendida. Pascal se tomó una selfie con Boric y se sacó fotos con aquellos ministros chilenos presentes, que no ocultaron su fanatismo por el artista. Sin embargo, el actor declinó hacer declaraciones públicas y tampoco habló con ningún medio de prensa.

Una situación algo más complicada fue lo que le sucedió a la ministra de Defensa, Maya Fernández. La secretaria de Estado, nieta de Salvador Allende, estaba considerada en la programación del acto y se suponía que diría algunas palabras, pero no apareció. La prensa local informó posteriormente que Fernández no llegó porque debió tomar un vuelo de emergencia de vuelta a Santiago. La razón: el Ministerio de Defensa sufrió un ataque informático en el que, según los primeros antecedentes, se habrían filtrado miles de correos electrónicos clasificados de las Fuerzas Armadas.

Salvador Allende fue derrocado en un golpe de Estado perpetrado por las Fuerzas Armadas, en concomitancia con la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el 11 de septiembre de 1973. Mientras la Fuerza Aérea bombardeaba el Palacio de La Moneda (sede del Gobierno), y los tanques disparaban contra el frontis del edificio, Allende se negó a la rendición y cometió suicidio con un fusil de asalto AK-47 ruso. (Sputnik)

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El Periodista