Turquía, estabilidad y multiculturalidad como el mejor aliado turístico

El turismo en Turquía crece y se consolida. La exótica propuesta que nada entre Europa y Asia, y zonas de costa con tintes paradisíacos; sumado a la estabilidad que ha alcanzado el país en los últimos años lo sitúan como uno de los referentes turísticos de la región.

El sector turístico y su referente Greca han encontrado en este destino un punto ideal para organizar viajes adaptados a todas las edades y perfiles.

En 2019, más de cincuenta millones de visitantes procedentes de otros países cruzaron sus fronteras, lo que significó un aumento de un cinco por ciento con respecto al año anterior. La superación de las dificultades políticas y sociales es otro de los factores clave para entender la buena salud del turismo en Turquía. Solo Francia y España superan, dentro del entorno europeo, en números al turismo en Turquía, que se consolida como una alternativa cultural y de ocio. La proximidad con el espacio Schengen y las mejoras en la seguridad son características económicas y sociales que condicionan esta posición privilegiada.

La difícil situación de otros países próximos sitúan a la Administración turca como una garantía de estabilidad y confianza para los turistas, europeos, asiáticos y de otros continentes, que quieren disfrutar de sus vacaciones.

A este buen entorno se suma la amplia ventana que ofrece el país. Estambul es una de las ciudades más multiculturales del mundo, con una mezcla de religiones y estilos de vida que es también un ejemplo de convivencia y solidaridad. La Mezquita de Santa Sofía es una de sus joyas y argumento más que suficiente para hacer el esfuerzo y realizar el largo viaje. La ciudad está llena de mezquitas y referencias religiosas de alto valor; además de mercados callejeros como el Gran Bazar, que representa la mejor expresión de la tradición económica y social turca en Estambul.

Bellezas de la naturaleza

Este carácter multicultural que llama la atención de millones de visitantes cada año también se aprecia en otros rincones del país. Tras pasar por Estambul, la Capadocia puede ser el siguiente destino. Es un entorno natural con un paisaje lunar y extrañas formaciones rocosas que se forman por la erosión fruto del paso de los años y que han dado lugar a edificaciones como iglesias, castillos o viviendas. Guardan un importante componente histórico en su interior que ejemplifica, una vez más, las diferentes sociedades y culturas que han pasado por este territorio durante el paso de los siglos. En su interior se conservan pinturas del siglo X.

La extensa apertura al Mar Negro por el norte y al Mediterráneo por el sur constituye el otro gran atractivo de Turquía. Las buenas condiciones de seguridad en el país han potenciado el turismo de sol y playa, que busca complejos hoteleros ubicados en primera línea de la costa con el tipo del todo incluido. Es otra vía, de popularidad más reciente, para conocer el país.