Tras 4 décadas la derecha allana el camino para rebajar quórums para reformas a la Constitución del 80
El proyecto de ley, que está listo para su promulgación, permite que las reformas a la actual Carta Magna se realicen, en el caso de la Cámara, con la aprobación de 89 diputadas y diputados y no con 103, en el caso de los 2/3, o 93, de requerirse 3/5.
La Sala de la Cámara respaldó el proyecto que rebaja a 4/7 el quórum para reformar la actual Carta Fundamental. De esta manera, la iniciativa culminó su trámite legislativo y se despachó del Congreso.
Así, después de 42 años, se rebajan las exigencias para cambiar la Constitución nacida en dictadura, pero la Oposición tendrá la capacidad por la actual composición del Congreso de cerrarle la puerta a todas las reformas que no sean de su agrado.
El texto (boletín 15062) indica que las normas legales que interpreten preceptos constitucionales necesitarán, para su aprobación, modificación o derogación, de las cuatro séptimas partes de los diputados y senadores en ejercicio. Lo mismo en caso de un proyecto de reforma para ser aprobado en cada cámara.
El mismo quórum se aplicará si el Presidente de la República observa, parcialmente, un proyecto de reforma aprobado por ambas ramas del Legislativo. Así, las observaciones se entenderán aprobadas con el voto conforme de dicho quórum de los miembros en ejercicio de cada cámara y se devolverá al Presidente para su promulgación.
En tanto, las modificaciones a la Ley Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios también requerirán del voto conforme de las cuatro séptimas partes. Actualmente, se requiere que las 3/5 de cada Cámara apruebe.
En el caso de la Cámara, el quórum de 2/3 representa a 103 diputadas y diputados y el de 3/5, a 93. Mientras que el de 4/7, equivale a 89 legisladoras y legisladores.
Debate
Un extenso debate se vivió en la Sala durante el análisis de esta iniciativa. El texto fue informado por el diputado Marcos Ilabaca (PS), de la Comisión de Constitución.
La diputada Erika Olivera (IND) dijo que el espectro político está de acuerdo que el proceso no termina luego del plebiscito. Es una discusión que supera a la Convención Constitucional y a los constituyentes. Así, es necesario que las instituciones se pongan de acuerdo en cómo mejorar las razones por las que la Constitución del 80 se consideraba antidemocrático. Vale decir, reduciendo los quórums supramayoritarios.
El diputado Francisco Undurraga (Evópoli) respaldó la iniciativa. Manifestó que esta reforma permitirá continuar con el proceso constituyente, “porque nadie debería sentirse obligado a aceptar una propuesta que no está a la altura ni da el ancho, profundizando la división, la inseguridad y la crisis política económica y social”.
Por su parte, el diputado René Alinco (IND) recordó que pasaron más de 40 años para poder cambiar el quórum. Valoró este proyecto. No obstante, precisó que se trata de un “caballo de Troya”. Ello, porque es una iniciativa de contención para perjudicar la opción de apoyar la nueva Constitución y favorecer la opción de rechazo.
En tanto, la diputada Marlene Pérez (IND dijo que hay que dar certezas y estar preparados para lo que viene después del plebiscito. Por ello, se mostró a favor de esta iniciativa. Añadió que la centroderecha está por avanzar en cambios relevantes y una propuesta constitucional que una. Sostuvo que no se puede hipotecar el Chile de los próximos 40 años. Por ello, subrayó que este proyecto es un compromiso genuino por los cambios que el país demanda.
Dificultad para alcanzar quórums
Por su parte, Marcos Ilabaca (PS) recordó lo difícil que era alcanzar los quórums que exige la Carta Fundamental. En dicho sentido, sostuvo que se reivindica la injusticia que Chile vive permanentemente producto de este tipo de atadura. Asimismo, espera que se avance el 4 de septiembre y no se deba utilizar esta herramienta secundaria.
La diputada Viviana Delgado (PEV) afirmó que la voluntad constitucional debe emanar del pueblo y es el 4 de septiembre, en el plebiscito, donde se realizará el verdadero cambio. Agregó que, al parecer, la clase política se olvidó del estallido social. Criticó que esta modificación desespera y solo le dará una herramienta a la clase política, que no quiere perder poder. Por ello, manifestó que rechazaría este proyecto.
A su turno, el diputado Johannes Kaiser (IND) fue crítico con la propuesta. Sostuvo que el tema de los cuatro séptimos era absolutamente innecesario, así como cambiar la Constitución. “Bastaba con hacer bien la pega”, enfatizó.
El diputado Luis Alberto Cuello (PC) recordó que no hay interés en conservar un modelo de país excluyente, que se basa en la precarización en distintos niveles. Si bien con esta reforma se buscó frenar el proceso, indicó que, de todas formas, habrá un nuevo modelo político y económico. De no ganar el apruebo en el plebiscito, añadió, será necesaria esta reforma para continuar el proceso para una nueva Constitución, que es el mandato dado por la ciudadanía.
El diputado Gaspar Rivas (PDG) expresó su voto favorable a la norma. Resaltó que se trata de una alternativa para terminar con la actual Constitución. “Voy a aprobar este proyecto de ley porque el proceso constituyente no termina el 4 de septiembre. Recién comienza la historia de la nueva Constitución de Chile”, subrayó.
Cambios parcelados
Catalina Pérez (RD) dijo que recién ahora se da la posibilidad de bajar los quórums, pero aún se seguirá dependiendo de la voluntad de la derecha. Añadió que esta reforma permitirá habilitar cambios en pensiones y salud, pero de forma parcelada, en caso que gane el rechazo. También recordó que el 80% de la población votó por que la nueva Constitución no la haga el Congreso. Por ello, indicó que Chile se merece mucho más que una pequeña posibilidad de cambio.
Desde el punto de vista del diputado Andrés Jouannet (IND), tenemos que avanzar con acuerdos. “Con un acuerdo constitucional de todos. Donde nadie quede excluido, porque si no siempre va a estar la tentación de hacer grandes reformas para efectivamente pasar la cuenta y debilitar la democracia. Sin lugar a dudas, vamos a aprobar esta reforma porque yo creo que le hace bien este acuerdo al país más allá de los escenarios posibles”, subrayó.
El diputado Eric Aedo (DC) planteó que, hoy, al igual que aquel 5 de octubre del año 1988, Chile merece una oportunidad para la democracia. Más allá del resultado del 4 de septiembre, expresó, la democracia y el pueblo de Chile merecen una oportunidad.