(Por Francisco Bravo Atias/ Sputnik).- Hasta 180 mil pesos tendrán que pagar los ciudadanos y ciudadanas que no acudan a las urnas el 4 de septiembre a votar para el plebiscito constitucional, ya que, por primera vez desde 2010, se realizará en el país un sufragio con voto obligatorio.
La abstención, una problemática que ha afectado profundamente los procesos electorales nacionales, motivó a los políticos que orquestaron el proceso constituyente a determinar que el sufragio debía ser impuesto bajo castigo de multa monetaria para el plebiscito constitucional de salida, que el fin de semana dilucidará si se adopta la nueva carta magna redactada por la Convención Constitucional (Apruebo) o si se descarta para comenzar un nuevo proceso (Rechazo).
Marta Lagos, fundadora de las empresas encuestadoras Latinobarómetro y Mori Chile, dijo que el sufragio obligatorio aumentará de manera muy importante la participación del votante, en comparación con las elecciones registradas durante el periodo de voto voluntario. Y entregó una estimación: «Nos podemos encontrar con una participación electoral que puede llegar al 70 o al 80 por ciento», proyectó.
«Nosotros pronosticamos el 2 de agosto, en la última encuesta que hicimos, que 12,9 millones de chilenos (de 15 millones de electores habilitados) estaban seguros de ir a votar. En ese momento el número parecía poco creíble, porque todos los analistas hablaban de 10 millones, pero se ha comprobado a lo largo del periodo de campaña que esto es plausible», señaló Lagos.
La experta explicó que el domingo de la elección se sumarán una serie de factores particulares que podrían expandir la cifra de participación electoral, como por ejemplo las mejores condiciones sanitarias con respecto a las que existían en el plebiscito de entrada (octubre de 2020, cuando la participación llegó al 50 por ciento), los programas gubernamentales para garantizar la disponibilidad de la locomoción colectiva y una ley que este año aprobó el Congreso, que obligó al Servicio Electoral a redistribuir los locales de votación para que cada persona pueda acudir al lugar que le quede más cerca y no tener que desplazarse kilómetros para ir a votar a un colegio que está a trasmano.
«Durante mucho tiempo algunos grupos específicos quedaron excluidos de las votaciones por no poder movilizarse a sus locales de votación. Por ejemplo, una madre que no tenía cómo trasladarse en locomoción colectiva con su bebé, este domingo podrá ir caminando a su urna más cercana, llevando a su hijo en coche. Todo eso hará crecer la participación. Considero que si votan menos de 10 millones de personas, el proceso será un fracaso», sentenció Lagos.
INSCRIPCIÓN AUTOMÁTICA Y VOTO OBLIGATORIO
Desde el retorno a la democracia en 1990 hasta la reforma electoral de 2012, los mayores de 18 años tenían la libertad para inscribirse o no en el Registro Electoral, pero eran obligados a votar si lo hacían. Tras la modificación, todos los mayores de edad pasaron a estar inscritos automáticamente, pero son libres de acudir o no a las urnas.
La participación electoral se mermó considerablemente luego de que el proceso se tornó voluntario y desde entonces ha sido muy poco común que una elección alcance siquiera el 50 por ciento del padrón, con algunas contadas excepciones. El punto de quiebre lo marcó la elección de gobernadores de 2021, donde solo sufragó un 19% de los habilitados para votar, transformándose en el proceso político con mayor abstención en la historia. Esa situación escandalizó a políticos de izquierda y derecha, quienes ingresaron de inmediato una reforma al Congreso para reinstaurar el voto obligatorio en el país.
Pero pasó el tiempo y el proyecto quedó estancado en el Congreso.
Si gana el Rechazo el domingo, la obligatoriedad del voto de este plebiscito constitucional será solo un oasis, un simple «break» que dará material de estudio a los analistas, para después continuar con el clásico régimen de inscripción automática y voto voluntario. Si gana el Apruebo, la historia será distinta, pues el nuevo texto sí establece obligatoriedad. «El ejercicio del voto constituye un derecho y un deber cívico», señala la propuesta constitucional de 388 artículos.
EVENTUAL BENEFICIO AL RECHAZO
Para un grupo de expertos, analistas y líderes de oposición, hay varios factores que harían suponer que el voto obligatorio podría favorecer la opción del Rechazo y perjudicar al Apruebo, principalmente, por el retorno de la tercera edad a las urnas.
Durante los procesos electorales de 2020 y 2021, ese grupo etario registró importantes bajas en su participación, lo que respondió directamente al temor de contagiarse con Covid-19. Se espera que ese fenómeno sea mucho menor este año gracias a las mejores condiciones sanitarias del país y el profundo avance en el proceso de vacunación masiva contra el virus.
El experto electoral y exdiputado Pepe Auth señaló a El Líbero que los adultos mayores que se sentirán más convocados en esta oportunidad serán los que tienden a obedecer más las reglas, los que se identifican con un pensamiento ligado al conservadurismo y quienes no se entusiasmaron ni con el ambiente de protestas del estallido social ni con el proceso constitucional. «Esto favorecerá directamente al Rechazo. De hecho, esta elección sería mucho más estrecha si no hubiera voto obligatorio», dijo Auth, pronosticando que el Apruebo perderá con 46% frente a un 53% del Rechazo.
Los partidos de derecha, que apoyan el Rechazo, también consideran que el voto obligatorio irá en beneficio de la postura que ellos defienden e iniciaron una campaña de críticas contra el Gobierno, asegurando que no está informando correctamente el tema de la obligatoriedad ni el de las multas a los que se exponen los que no voten. Sostienen que esto sería a propósito, una estrategia soterrada para beneficiar al Apruebo.
«Entre más chilenos van a votar el 4 de septiembre mayor es la posibilidad de que derrotemos a la izquierda. El Gobierno lo sabe y por eso no informa que el voto es obligatorio», se quejó por Twitter el diputado del Partido Republicano (ultraderecha) Juan Irarrázaval. «Vinimos hasta acá para pedir a los demás entes públicos que informen que el voto es obligatorio, para pedirles que digan lo que no está diciendo el Ejecutivo», dijo en conferencia de prensa el diputado del partido Unión Demócrata Independiente Jorge Alessandri, quien acudió hasta las oficinas del Servicio Electoral para pedir mayor difusión en este tema.
Según la encuestadora privada Criteria Research, un 67 por ciento de los chilenos está de acuerdo con el hecho de que el voto sea obligatorio para el plebiscito constitucional y un 86 ciento de los consultados aseguró que sí concurrirá a votar ese día.