El secreto del bronceador monoi

Los problemas en la piel son tan frecuentes como extendidos alrededor del mundo. En su mayoría se deben a la falta de hidratación, la obstrucción de los poros y, más importante, la exposición al sol. Más allá de una cuestión estética, se trata del cuidado de tu salud. Por fortuna cada vez se conocen más las técnicas y secretos que han acompañado a distintas culturas por generaciones. Este es el caso del bronceador monoi.

Venido desde la polinesia, al otro lado del mundo, el bronceador monoi se ha vuelto muy popular no sólo entre los círculos naturistas, sino también en las grandes corporaciones industriales. Este inusual consenso se debe a que engloba muchos de los beneficios que los productos comerciales tradicionales prometen, pero de una manera natural.

¿Cómo se hace el aceite?

Desde la década de los años ‘90 cuenta con denominación de origen. Esto garantiza que su elaboración se realice en manos de los pueblos originarios que descubrieron sus beneficios. Su fórmula se basa en dos ingredientes principales: la flor de tiaré, que es originaría de la región, y el aceite de coco, que se combina para generar el producto.

El ritual de preparación

Uno de los secretos mejores guardados es la cosecha de las flores. Se realiza antes de la salida del sol y mediante una selección muy cuidadosa. Los cocos escogidos, por otra parte, son también endémicos de la polinesia. Por ello es imposible replicar las cualidades del aceite monoi fuera del archipiélago.

Respaldo científico

Sus beneficios inmediatos son la hidratación de la piel, su limpieza y cuidado, que se deben en gran medida a un compuesto químico que poseen las flores. Se trata de ni más ni menos que el ácido salicílico, que es el principal agente en muchos productos para el cuidado de la piel. Lo más importante es que se encuentra en un estado natural y concentrado, por lo que sus resultados al aplicarse en la piel son formidables.

Como tratamiento contra acné

Éste es uno de los aspectos en los que tiene mejores resultados. Además, aplicado en bronceador logrará desinflamar y destapar los poros. Son muy pocos los artículos que no producen comedones u obstrucciones en la piel. Por eso el bronceador monoi te cuidará la piel, al mismo tiempo que complementará tu tratamiento.

Para las estrías

Una de las consecuencias más temidas durante el embarazo son las estrías, que también pueden aparecer con las subidas y bajadas abruptas de peso. Por fortuna, el aceite y el bronceador monoi ayuda con el problema, ya que al destapar los poros retirando las células muertas te dará una piel más elástica y flexible.

Los beneficios estéticos

El bronceador monoi es el secreto de muchas celebridades, ya que por su color, consistencia e ingredientes logran un bronceado uniforme y de buen color, resultados que no se logran con los productos de las grandes corporaciones. Será tu mejor aliado en esos días de playa o cuando quieras presumir una piel dorada perfecta.

Usado en el cabello

No es extraño que diversas compañías hayan comenzado a incluirlo en sus productos para el cuero cabelludo, incluso sustituyendo a otros compuestos habituales en sus fórmulas.

A manera de aceite, puedes usarlo como acondicionador o crema para peinar. Al poco tiempo notarás un aumento en el brillo y sedosidad del cabello, así como la reparación de las puntas abiertas y sequedad del cuero cabelludo. No te preocupes, gracias a la presencia del ácido salicílico no te producirá grasa o sebo.

Luce tu bronceado

Ahora que conoces los muchos beneficios del bronceador monoi no dudes en buscar alguna de sus variedades. Verás que desde que abras la botella te enamorarás de su olor que transmite paz, calma y frescura. Lo mejor es que es completamente natural, no es costoso y te dará un bronceado increíble al mismo tiempo que cuida de tu piel.