Disminuye consumo de alcohol y drogas en escolares de comunas que implementaron modelo islandés
3.853 estudiantes de segundo medio de Colina, Lo Barnechea, Peñalolén y Renca fueron parte de esta tercera medición basada en el modelo islandés para la prevención del consumo de sustancias en jóvenes, conocido como Planet Youth.
Con el objetivo de disminuir el consumo de sustancias en niños, niñas y adolescentes de nuestro país, desde 2018 un grupo de académicos de la Clínica Psiquiátrica Universitaria de la Universidad de Chile, en conjunto con las municipalidades de Colina, Lo Barnechea, Peñalolén y Renca, asumieron el desafío de implementar el modelo islandés de prevención de consumo de sustancias en adolescentes, conocido internacionalmente como Planet Youth. Desde entonces, han sido asesorados por el Instituto Islandés de Análisis y Estudios Sociales (ICSRA).
El año 2018 y 2020 se dieron a conocer los resultados del primer y segundo informe asociados a esta experiencia, y este martes fue el turno de la presentación de la tercera y última muestra, cuyas conclusiones fueron dadas a conocer por el Dr. Carlos Ibáñez, jefe de la Unidad de Adicciones de la Clínica Psiquiátrica Universitaria del Hospital Clínico Universidad de Chile, quien lidera el proyecto junto al Dr. Paul Délano, director académico del Hospital Clínico de la U. de Chile; Patricia Ros, directora regional para España y Latinoamérica de Planet Youth; José Marín, jefe del Observatorio Chileno de Drogas del SEMDA; Isabel Valenzuela, alcaldesa de la Municipalidad de Colina; Cristy Sánchez, jefa del Departamento de la Niñez y Adolescencia de la Municipalidad de Renca; Regina Rivera Jefa de Educación de la Municipalidad de Peñalolén, entre otras autoridades y asistentes.
Los principales elementos del modelo islandés incluyen el levantamiento de información local respecto de factores protectores y de riesgo en escolares; la participación de la comunidad en el proceso de modificación del ambiente de vida de los jóvenes para promover su bienestar y la colaboración entre academia, autoridades y quienes trabajan directamente con jóvenes.
Consumo y pandemia
Entre mayo y junio de este año, se midió a 3.853 alumnos de segundo medio de esas comunas, completando así la tercera medición en el país, después del primer diagnóstico realizado en 2018 y de la encuesta de 2020. El análisis muestra que el consumo de sustancias entre adolescentes disminuyó, sobre todo entre 2018 y 2020, pero luego la caída se frenó con la pandemia.
Por ejemplo, hace 4 años, la ingesta de alcohol llegaba al 79% de consumo ‘alguna vez en la vida’, y al 43% en quienes declararon haberlo consumido en ‘los últimos 30 días’. En 2020 esas cifras bajaron a 67% y 30%, y este año varió a 69% y 29%, respectivamente. En el caso de los jóvenes que declararon haberse embriagado, el escenario sigue igual en los últimos dos años en comparación a la primera caída entre 2018 y 2020.
Al respecto, el Dr. Carlos Ibáñez, señaló que “afortunadamente tenemos resultados positivos. Hoy podemos decir que se puede y que han ido disminuyendo los consumos. Es importante reconocer el rol de la pandemia en estas disminuciones, pero tenemos también medidas objetivas para mostrar el avance en prevención en las comunas. El desarrollo del trabajo coordinado con estas comunas nos hace sentir orgullosos y contentos de todo el trabajo que hemos tenido hasta ahora”.
El Dr. Paul Délano, en tanto, planteó la importancia de realizar investigación en los territorios. “Este proyecto es un claro ejemplo de cómo tiene que ser la Universidad. Nuestra casa de estudios tiene que estar ligada a los territorios y comunas, no solo quedarnos en los escritorios, sino que salir con nuestras capacidades a los diferentes lugares”.
Asimismo, Patricia Ros, expresó que “ojalá en algunos años más se siga manteniendo e incluso vaya a la baja (el consumo)”, y agregó que “también está la cuestión de la salud mental, eso lo hemos visto, y están los datos recogidos en Europa y los datos recogidos en Islandia. La pandemia ha afectado muchísimo la salud mental de niños, niñas y adolescentes, para que tengamos en cuenta los malestares emocionales de la población más joven y ayudarlos con la prevención de las sustancias nocivas para la salud”.
Salud mental
Por otro lado, la encuesta mostró un deterioro en la salud mental adolescente. Si en 2018 un 21% declaraba tomar tranquilizantes o pastillas para dormir, en 2020 disminuyó a 19%, pero este año se elevó al 23%. Quienes declararon haberlos consumido en los últimos 30 días, en 2020, eran un 7%, y este año alcanzaron el 10%. También hay una serie de otros indicadores que se consultaron en la encuesta y que han ido al alza: más jóvenes declaran sentir miedo, nerviosismo, falta de interés y de apetito, sentirse solos, problemas para dormir, ganas de llorar, falta de energía, entre otros.
“El gran desafío es ver lo que va pasar en los próximos años. Hay riesgos cuando tenemos cambios en el ciclo político. Muchas veces las distintas estrategias que se implementan van cambiando y no se sostienen. Esto genera que en temas como las drogas —en los que se requiere una política de Estado de prevención a largo plazo— no se pierda el trabajo y que podamos ver cómo colaborar con las autoridades nacionales para que esto se proyecte, para que otras comunas puedan aprender e implementar esta riqueza que hemos ido construyendo en conjunto con las comunas que se han mantenido con el compromiso por estos cinco años”, dice Dr. Carlos Ibáñez, jefe de la Unidad de Adicciones de la Clínica Psiquiátrica Universitaria del Hospital Clínico Universidad de Chile.
Para José Marín, jefe del Observatorio Chileno de Drogas de SENDA, los resultados expuestos «son muy interesantes y valiosos. Estos vienen a dar cuenta de que el modelo islandés y la propuesta de intervención que se está llevando adelante, tanto desde la Universidad de Chile como de SEMDA, tengan sentido. Nos enseñan a cómo seguir dándole continuidad y cómo seguir dotando de oferta programática las distintas áreas y temas que van surgiendo a partir de lo que muestran los resultados”.
A nivel comunal, el alcalde de Renca, Claudio Castro, indicó que la comuna ha seguido fortaleciendo la aplicación de los cinco principios guía del Modelo Islandés de Prevención a través del programa Fuerza Joven, entre los que se refuerzan mesas de trabajo comunitarias que no sólo incluyen a actores relevantes y expertos, sino que también a niñas, niños y adolescentes como protagonistas del diseño de estas políticas públicas. “Uno de nuestros ejes fundamentales de gestión consiste en que jóvenes, niñas y niños de la comuna tengan actividades extra programáticas a no más de 15 minutos de su casa, ya sea culturales, deportivas o de otros intereses”.
Por su parte, Isabel Valenzuela, alcaldesa de la Municipalidad de Colina señala que “los resultados mostrados hoy son muy relevantes y son temas que tenemos que seguir trabajando, porque el foco lo tenemos que ir llevando mucho más a la familia, que es la zona de protección, en la cual tenemos que seguir trabajando los roles parentales que hoy existen y la importancia de eso».
Finalmente, la alcaldesa de Peñalolén, Carolina Leitao, dijo que «el trabajo que ha realizado nuestro municipio en el modelo islandés, da cuenta de la importancia de invertir en la prevención, la cual no es a largo plazo, sino que tiene un impacto positivo en el corto plazo”.