Bachelet denuncia presiones ante publicación de informe sobre DDHH en Xinjiang
Las autoridades chinas han puesto en marcha una serie de medidas en la región de Xinjiang que han provocado fricción entre el gigante asiático y la comunidad internacional, especialmente Estados Unidos.
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha criticado este jueves las presiones que sufre por la inminente publicación de un informe sobre la situación de los Derechos Humanos en la región china de Xinjiang, donde residen los uigures, una minoría de confesión musulmana.
En una rueda de prensa a poco menos de una semana de que termine su mandato, Bachelet ha señalado que ha recibido una carta por parte de al menos 40 países — sin nombrarlos– que le han exigido no publicar un informe sobre las condiciones de la minoría uigur en esta región de China.
«He estado bajo una tremenda presión. Pero no retendré la publicación debido a ello», ha explicado la Alta Comisionada, agregando que su oficina trabaja para que el texto esté terminado a finales de agosto, como estaba previsto.
Bachelet visitó Xinjiang y otras regiones chinas en mayo. Durante la visita, se abstuvo de criticar las políticas de Pekín en la región, lo que generó críticas por parte muchos países por su ambigüedad frente a las violaciones de Derechos Humanos en la región.
El portavoz de Human Rights Watch, John Fisher (HRW), ya explicó que sería una «negligencia en el cumplimiento del deber» que Bachelet le fallara a los uigures y otras víctimas. «Está en juego su propia reputación y legado, la credibilidad de su oficina y la confianza de las víctimas y sus familias», dijo en Ginebra.
El relator de Naciones Unidas Tomoya Obokata consideró en agosto «razonables» las denuncias de las organizaciones internacionales sobre el trabajo forzado y la represión contra las minorías étnicas en el gigante asiático.
Obokata explicó que era «razonable» concluir que entre los uigures, los kazajos y otras minorías étnicas se han registrado repetidamente episodios de trabajo forzoso en sectores como la agricultura y la industria manufacturera.
Las autoridades chinas han puesto en marcha una serie de medidas en la región de Xinjiang que han provocado fricción entre el gigante asiático y la comunidad internacional, especialmente Estados Unidos, que ha llegado a acusar a Pekín de cometer violaciones contra los Derechos Humanos e incluso genocidio contra la población uigur. (Europa Press)