Senadora Rincón por Junta Nacional DC: “Tiene la oportunidad histórica de terminar con la división”

Como la oportunidad histórica de terminar con la división permanente al interior del partido, calificó la Senadora Ximena Rincón, la Junta Nacional que llevará adelante la Democracia Cristiana para definir su posición ante el plebiscito para aprobar o rechazar el texto de carta fundamental propuesto por la Convención Constitucional.

“La Junta Nacional tiene una oportunidad histórica de terminar con una división permanente de la Democracia Cristiana. Para ello es necesario buscar un acuerdo y ese es que la definición del cuatro de septiembre no se trata de derechas o izquierdas o de la constitución vigente, sino de sí nos parece bueno o malo el texto que la Constituyente le propone al país”, dijo la parlamentaria, quien ayer anunció que votará rechazo en la consulta de salida.

La legisladora insistió en que la colectividad debe entender que el plebiscito no es una elección binaria en que deba asociarse o con la Derecha o con el Partido Comunista, lo que a su juicio marcará un nuevo inicio para el Partido Demócrata Cristiano.

“Nos vamos a poner de pie si somos capaces de escuchar y hablarle a la ciudadanía. Estamos en este lado de la historia, porque no se construyó un texto que sea capaz de convocar a todas y a todos, como muy bien dijo ayer el presidente Lagos. Partimos con un problema y es que el texto constitucional no logró unir a nuestro país”, aseguró la legisladora.

Añadió que la DC debe tener personalidad propia y no definir su posición en función de donde está el resto. “Y nuestra personalidad debe construirse pensando en el futuro del país, en el bien común, en cómo construimos una constitución que nos represente a todas y todos, esa casa común de la que tanto se habló y que nos inspire. La Constitución que nos ponen sobre la mesa, tiene problemas y no es buena para el país por múltiples razones”, puntualizó la Senadora.

Ximena Rincón recalcó que la propuesta de la Convención no une y es vista con recelo prácticamente por todo el espectro político.

“Hay unos que quieren aprobar para reformar y otros rechazar para modificar. Al final, la suma es que el texto constitucional no le gusta a nadie y ese no es un buen punto de partida, porque la posibilidad de reformar el texto es prácticamente imposible. Si uno mira lo que pasa con las constituciones en el mundo que fijan plebiscitos para reformar, la verdad es que no se modifican, pero acá la Convención establece un quorum alto de 2/3, que si no se logra son 4/7 y plebiscito, pero que en el caso de los pueblos originarios, se requiere de su consentimiento. En la práctica, eso es imposible”, concluyó la Senadora.