La economía de Estados Unidos se contrajo a una tasa anual de 0,9 por ciento en el segundo trimestre después de una contracción de 1,6 por ciento en el trimestre anterior, informó hoy jueves el Departamento de Comercio del país.
La disminución en el producto interno bruto (PIB) real reflejó reducciones en la inversión privada en inventarios, la inversión fija residencial, el gasto del Gobierno federal, el gasto de gobiernos estatales y locales, así como la inversión fija no residencial que fueron compensadas en parte por aumentos en las exportaciones y los gastos de consumo personal, señaló la Oficina de Análisis Económico del departamento en una estimación «adelantada».
Las importaciones, que son una resta en el cálculo del PIB, aumentaron.
Con una caída de 1,6 por ciento en el primer trimestre, un segundo trimestre consecutivo de crecimiento negativo cumpliría con la definición técnica de una recesión.
«Insistir en la definición precisa de recesión será una tarea aún más ardua a la luz del deterioro inequívoco de la actividad económica reflejado en la contracción de 0,9 por ciento del PIB real del segundo trimestre de hoy», dijeron Tim Quinlan y Shannon Seery, economistas de Wells Fargo Securities, en un análisis.
«Sin embargo, el gasto real del consumidor siguió avanzando y el mercado laboral aún tiene impulso. Es demasiado pronto (para) anunciar el final de esta expansión, pero la hora se acerca rápidamente», dijeron Quinlan y Seery.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, descartó el miércoles la opinión de que la economía estadounidense ya está en recesión argumentando la fortaleza del mercado laboral.
«No estamos tratando de tener una recesión y no creemos que tengamos que hacerlo», dijo Powell, aunque reconoció que el camino para evitar la recesión se ha estrechado y puede estrecharse aún más.
Los últimos datos surgieron un día después de que la Reserva Federal elevó su tasa de interés de referencia en 75 puntos básicos, la segunda alza consecutiva de esa magnitud. El mayor aumento consecutivo de tasas en décadas muestra la urgencia de que el banco central ponga la inflación creciente bajo control.
El incremento es «excesivo, especialmente en un momento en que Estados Unidos parece estar al borde de la recesión» y cuando los mercados de valores estadounidenses han sufrido las peores pérdidas en la primera mitad del año desde la Segunda Guerra Mundial, dijo a Xinhua Desmond Lachman, investigador sénior del American Enterprise Institute.
«El peligro ahora es que la Fed haga demasiado y lleve a la economía estadounidense a un aterrizaje forzoso innecesario», señaló Lachman. (Xinhua)