Juan Pablo Meneses recupera en su nuevo libro la historia perdida del 11 de septiembre de 1973

El escritor debuta en la ficción con una novela (finalista del Premio Herralde 2021) protagonizada por un cronista chileno que, décadas después de lo sucedido el 11 de septiembre de 1973, decide investigar la verdad en torno al piloto que bombardeó el hospital de la FACH.

En 2023 de cumplen 50 años del Golpe de Estado. Sin embargo, a pesar del tiempo transcurrido, este hecho aún está rodeado de incógnitas. En Una historia perdida el reconocido periodista y escritor Juan Pablo Meneses aborda estas interrogantes y, a partir de ellas, construye una novela cautivadora sobre las mentiras históricas y las conexiones entre la memoria personal y colectiva.

“Esta novela parte de un hecho súper real: mi primer recuerdo son los Hawker Hunter volando sobre mi casa, y luego la descarga de rockets al hospital de la FACH, al lado de la casa de mis padres. Recuerdo el suelo moviéndose de un lado a otro, como un terremoto muy intenso pero muy muy corto. Al igual que el protagonista de la novela, ese ataque me dejó varias secuelas que recién estoy entendiendo. Fui un niño bombardeado, y no lo supe hasta ahora”, cuenta el autor sobre la imagen que dio origen a su primera novela.

El relato de Una historia perdida es protagonizado por Pablo, un cronista chileno que décadas después de lo sucedido el 11 de septiembre de 1973 decide investigar la verdad en torno al militar que disparó aquel cohete sobre el hospital. “Cuando comencé a investigar el bombardeo al Hospital de la FACH, me llevé varias sorpresas. La mayoría de la gente desconoce ese ataque, no hay fotos del hospital en ruinas, nunca hubo una versión oficial, y en los diferentes libros sobre el Golpe del 73 casi nunca se menciona ese ataque», relata el ganador del Premio Municipal de Literatura 2021.

Meneses explica que existen tres hipótesis respecto de quién fue el piloto que lanzó los cohetes sobre el hospital. Las tres, afirma, han sido publicadas y difundidas. Una de estas conjeturas indica que los pilotos eran extranjeros. Otra supone que el aviador en cuestión era hijo del entonces comandante en jefe de la FACH, Gustavo Leigth. La tercera señala que el responsable era un piloto inexperto proveniente del sur de Chile. Todas las versiones conocidas hasta ahora dan por sentado que el ataque al hospital fue un error. “Se han repetido por tantos años estas versiones, que muchos ya consideran estos rumores como verdades sagradas”, comenta Meneses.

Una cuarta teoría, nunca antes publicada, es la que aborda el escritor en su nueva publicación: ¿Y si no fue un error? ¿Y si, en medio de esa mañana, uno de los pilotos decidió desobedecer las órdenes golpistas y embestir contra la institución? «Me pareció que era justo darle vida a la única versión que continuaba inédita. A mí parecer, es la versión más verosímil. Es la más obvia. Y aquí viene la gran paradoja: por un hecho de rigor periodístico, preferí contarla en una novela», explica el autor de Un dios portátil.

Una historia perdida retrata el camino de Pablo para reconstruir una figura cuyo rastro ha sido eliminado de la historia oficial. “Como dice el protagonista de la novela, siempre es más difícil contar la historia de un desertor. Y la novela reflota esa teoría, que corre hace muchos años, de que en mitad del ataque aéreo a la ciudad un piloto gira su avión y bombardea instalaciones propias. Me gustaría que ese fuera uno de los valores de esta novela, que la ficción sea capaz de hacernos entender mejor la verdadera historia de Chile”.

Juan Pablo Meneses: «Fui un niño bombardeado y no lo supe hasta ahora”

El autor comenta que escribir este libro “fue un proceso extraño, y al comienzo muy torpe. Escribir ficción era volver a hablar en un idioma que había abandonado, desechado, olvidado. Hace más de veinte años que no escribía ficción, y al comienzo fue un proceso muy nostálgico”, cuenta el escritor. “La mayor diferencia, en términos técnicos, es que todos mis libros de crónicas están escritos en primera persona y Una historia perdida está escrita en tercera persona. Salvo eso, trato de que no existan diferencias, de que todo se mezcle”, comenta Meneses.

Usando herramientas de la investigación periodística y de la autoficción, Juan Pablo Meneses presenta un libro sobre mentiras históricas. Un viaje por diferentes lugares del mundo exterior e interior. “Nunca lo había pensado antes de escribir la novela, pero ahora me gusta creer que esa historia me eligió para contarla. Sin importar el género, ni el idioma. O dicho de otra manera, si yo no escribía este libro, quizás la historia de ese ataque y de ese piloto se mantendría como una historia perdida para siempre”.

Sobre el autor

Juan Pablo Meneses (Santiago de Chile, 1969) ha publicado los libros de no ficción Equipaje de Mano («estas crónicas no tienen nada que envidiarle a las mejores ficciones», Alejandro Zambra, Las Últimas Noticias) y Hotel España («Una crónica insoslayable acerca de la vida de hotel», María Sonia Cristoff, La Nación, Buenos Aires).

Durante 17 años trabajó en el proyecto “Periodismo Cash”, trilogía sobre el consumo que incluye La vida de una vaca («la mejor composición sobre la vaca jamás escrita», Enrique Planas, El Comercio, Lima), Niños futbolistas («Un libro fascinante», Martín Caparrós, Olé, Buenos Aires) y Un dios Portátil (Premio Municipal de Literatura de Santiago 2021). Lo han publicado en más de quince países y en ocho idiomas.

Profesor de escritura de no ficción y fundador de la Universidad Portátil, Una historia perdida es su primera novela, con la que resultó finalista al Premio Herralde 2021 bajo el seudónimo de Dante García.

¿Quiénes fueron los pilotos que bombardearon La Moneda el 11 de septiembre de 1973? ¿Es cierto que uno de ellos atacó, por error, el Hospital de la FACH? ¿O decidió, en medio de esa mañana, desobedecer las órdenes golpistas y embestir contra la institución?¿Por qué, a casi 50 años de los hechos, aún persisten las preguntas?

1 comentario
  1. Guillermo dice

    ¿Para que soltar los rockets en contra del Hospital?
    Si fue piloto desertor, debió tirarlos contra la academia de guerra.

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