Histórico: ex jugadoras ganan demanda contra Everton de Viña del Mar
El grupo de futbolistas interpuso la acción legal en julio del año pasado, la primera en su tipo en la historia del fútbol nacional, en la que exigían que su empleador reconociera su relación laboral y la vulneración de derechos de la que habían sido víctimas.
El Tribunal de Letras del Trabajo de Valparaíso acogió la demanda presentada en julio de 2021 por cuatro ex jugadoras de Everton, reconociendo una relación laboral entre las futbolistas y el club, algo que este se negaba a hacer. El club viñamarino tendrá que indemnizar a las juzgadoras y pagarles sus remuneraciones devengadas hasta 2 años antes de la fecha de la presentación de la demanda.
Uno de los puntos más importantes de la demanda era ese reconocimiento de la relación laboral entre las partes, sin importar que no existiera un contrato por escrito, pues en los hechos, las jugadoras actuaban como profesionales y trabajadoras del club. Sobre esto, la sentencia señala que “efectivamente existió, entre los litigantes, una prestación de servicios o una actividad que se comprometieron a realizar las actoras”, y que se ejercía una dirección por parte del club hacia las jugadoras “con jornada diaria y obligatoria, con el deber de someterse a controles nutricionales y psicológicos y con la carga de representar al club en el campeonato profesional nacional y también en torneos internacionales”.
Iona Rothfeld, presidenta de la Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino (ANJUFF) explicó que este resultado en el juzgado “va a marcar un antes y un después en el desarrollo del fútbol femenino chileno. Espero que esto realmente sea un empujón y un remezón para aquellos que aún se resisten a reconocernos como futbolistas y que no entienden la importancia de que nosotras podamos tener condiciones para trabajar y competir”.
“Primera vez que nos quedamos sin jugar un año completo fútbol profesional por dirigencias y sociedad anónimas machistas y retrógradas. Finalmente creo que valió la pena”, declaró Nicole Mariñelarena, una de las futbolistas demandantes. “Demandar implicaba dejar de jugar y correr riesgos, pero fuimos valientes por nosotrodas, por la del lado y por mis compañeras, para que finalmente todas podamos disfrutar del fútbol. Estamos muy contentas”.
Destaca también que la sentencia reconoce una discriminación de género: “es también vulneratorio de derecho que estas acciones solo sucedan en el fútbol femenino, cuando la actividad se desarrolla prácticamente en las mismas condiciones que el masculino”.
Libertad de trabajo
Un segundo punto relevante de la acción legal era la vulneración al derecho a la libertad de trabajo que Everton ejerció contra el grupo de futbolistas. Al retenerles el pase, el permiso escrito para jugar en un club o en otro, se impidió que las jugadoras pudieran desempeñarse en otro equipo. Sobre esto, la sentencia indicó que el club viñamarino mantuvo a las jugadoras “cautivas por la propiedad de sus respectivos pases” y que “a nadie se le puede imponer un trabajo, ni tampoco ser negado, por razones arbitrarias y nadie puede trabajar sin recibir una justa retribución”.
En esta misma línea, Javiera Moreno, directora de ANJUFF, explicó que la sentencia “la entendemos también como un precedente para toda la estructura y cultura que ha regido al fútbol femenino desde sus inicios, para todos los clubes que han limitado, humillado y discriminado a muchas jugadoras”.
De todas formas, las jugadoras se mantienen en alerta, pues Everton podría un recurso de nulidad. Sin embargo, el abogado que las acompaña en el proceso, Manuel Guerra Castillo, también valora la sentencia: “la sentencia es destacable por tres motivos: primero porque reconoce la relación laboral que tenían en los hechos las demandantes y condena la discriminación que por años enfrentaron por ser mujeres. Segundo, porque fue dictada conforme a derecho; el magistrado realizó un examen exhaustivo de la prueba rendida por ambas partes y fundamentó adecuadamente sus conclusiones jurídicas, y tercero, porque avanza en la dirección histórica de la Ley 21436 (Ley de profesionalización) que fue aprobada de forma unánime por el Congreso en reconocimiento de la relación laboral de las mujeres en el fútbol”.