Conaf fortalece trabajo de restauración forestal en Rapa Nui para combatir cambio climático
Más de un centenar de voluntarios participaron en plantación de árboles en el sector Poike, uno de los más afectados por la erosión en la isla.
Con la plantación de cerca de 4.000 árboles de diversas especies, entre ellas aito, albizia falcata, albicia lebbeck, alcornoque y pata de vaca, en el sector Poike de Rapa Nui, la Corporación Nacional Forestal (CONAF) reforzó el trabajo de mitigación y adaptación a los efectos del cambio climático en la isla, en coordinación con organizaciones ambientales y el municipio local.
La labor de restauración estuvo concentrada en el sector Poike, en el noreste de Isla de Pascua, uno de los espacios con mayor pérdida de suelo y donde CONAF lleva 17 años trabajando de forma sistemática, estudiando y produciendo en el vivero Mataveri Otai de la Corporación las especies que mejor pueden adaptarse a las condiciones extremas actuales. La zona se encuentra severamente afectada por la erosión, con amplias áreas carentes por completo de suelo, con cárcavas de hasta 4 metros y, además, con exposición al viento norte y a la acción de animales sueltos que ramonean los árboles.
En esta nueva plantación en el lugar, se trabajó con la Mesa Ra’a (mesa de restauración ambiental) y la Municipalidad de Rapa Nui, contando con 130 voluntarios, a quienes se les capacitó en qué significa la erosión, cómo plantar un árbol, por qué se utilizan fertilizantes y en qué orden, junto con entregarles un manual.
Para la jefa provincial de CONAF en Rapa Nui, Ninoska Huke, la jornada fue muy relevante, porque “hubo un compromiso de todos los participantes. Hay conciencia de que debemos mantener estas acciones, como también de efectuarlas en otras zonas de la isla, para recuperar la vegetación que existió en tiempos pasados y así enfrentar los efectos del cambio climático”.
Esta actividad se enmarcó además en la designación de CONAF en esta provincia insular polinésica como Agencia Local para el Cambio Climático, lo que ayudará a coordinar e impulsar los procesos técnicos y sociales que se requieran para la adaptación a la crisis climática, considerando que es una necesidad urgente, debido a que los efectos de este fenómeno global ya se aprecian desde hace algunos años.
Por ello, Ninoska Huke enfatizó en que “los esfuerzos de continuar plantando en la isla son muy importantes, por lo que seguiremos buscando siempre diversificar las especies, las técnicas y los objetivos de esta actividad, en un escenario de cambio climático a menudo caracterizado por las incertidumbres”.
Junto con estas plantaciones, se están desarrollando otras acciones para fortalecer el trabajo frente a los efectos del cambio climático, como la creación de la Red de Plantas Medicinales, forestación con los parceleros y una serie de talleres ambientales, entre ellos el taller relacionado con la técnica del “Huerto del metro cuadrado”.