Policía de Brasil confirma que continúa búsqueda del periodista e indigenista desaparecidos
La zona en la que ambos desaparecieron es conocida por ser una de las más inaccesibles de la región, hogar no solo para la mayor concentración de pueblos indígenas sin contactar, sino también escenario de una de las mayores rutas por las que circula la cocaína.
La Policía Federal de Brasil ha confirmado este martes que continúan las labores de búsqueda del periodista británico Dom Phillips y del indigenista Bruno Araújo Pereira, desaparecidos desde el pasado 5 5 de junio cuando cruzaban una región situada en el extremo occidental del estado de Amazonas.
Las autoridades han señalado que las labores de búsqueda se han ampliado a otras áreas del río Itaquaí, escenario de una de las regiones más inaccesibles y peligrosas de la Amazonía brasileña y por el que discurre un intenso tráfico de drogas, madera y oro extraídos ilegalmente.
Tanto la Policía como la organización indígena que denunciaron la desaparición de ambos han negado las informaciones de que los dos cuerpos habían sido hallados este lunes, después de que así lo afirmaran familiares de los dos desaparecidos.
El lunes, Alessandra Sampaio, la mujer de Phillips, aseguró que los cuerpos de los desaparecidos habían sido encontrados. Este martes, a través de un comunicado emitido por la familia del periodista británico, se aclara que Roberto Doring, representante de la Embajada brasileña en Reino Unido, les hizo saber que, según una fuente oficial, dos cuerpos habían sido hallados, pero no fueron identificados.
En los últimos días los equipos de rescate encontraron una mochila y otras pertenencias de los desaparecidos, así como «material orgánico aparentemente humano», que todavía está a la espera de ser analizado, cerca del domicilio de Amarildo Costa de Oliveira, sospechoso ya en prisión preventiva.
Ambos habían sido vistos por última vez el pasado 5 de junio en la comunidad de Sao Rafael –dentro de las tierras indígenas del Valle del Yavarí–, desde donde partieron hacia Atalaia del Norte, aunque finalmente no llegaron a su destino.
La zona en la que ambos desaparecieron es conocida por ser una de las más inaccesibles de la región, hogar no solo para la mayor concentración de pueblos indígenas sin contactar, sino también escenario de una de las mayores rutas por las que circula la cocaína que llega desde Perú para ser distribuida a Europa. (Europa Press)