Escocia promete que referéndum de independencia será «legal» aunque no lo apruebe Reino Unido
"Después de todo lo que sucedió, el Brexit, la COVID, Johnson, es hora de establecer una visión diferente y mejor. Es hora de hablar de hacer que Escocia sea más rica y es hora de hablar sobre la independencia", ha dicho la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon.
La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, ha prometido este martes que el referéndum de independencia previsto para el próximo año se celebrará de manera «legal», aunque no cuente con el visto bueno de Westminster.
La líder del Partido Nacional Escocés (SNP) se ha apoyado en el «mandato democrático indiscutible» del que dispone para llevar a cabo una consulta popular sobre la independencia del territorio tras las pasadas elecciones, en las que se quedó a un escaño de lograr la mayoría, aunque cuenta con el apoyo de Los Verdes.
Así, ha subrayado que su Gobierno está legitimado para convocar un referéndum y que se hará de manera legal aunque no tenga el visto bueno de Reino Unido. «Debemos forjar un camino a seguir, si es necesario sin una orden de la Sección 30», el mecanismo ya utilizado en 2014 por el cual Londres transfiere temporalmente el poder de legislar una consulta a Holyrood, el Parlamento escocés.
«Estoy lista para negociar una orden de la Sección 30 si ahora decide que es un demócrata», ha dicho Sturgeon en referencia al primer ministro británico, Boris Johnson. «Lo que va a cambiar es que estableceré un camino legal para seguir sin una Sección 30 si eso es lo que se requiere. Tenemos un gobierno en Reino Unido que no respeta la democracia y no respeta el Estado de Derecho», ha remarcado.
En ese sentido, Sturgeon ha adelantado que «muy pronto» presentará ante Holyrood una «significativa» actualización de todo este proceso, que por el momento está en fase de asesoramiento legal. Revelar cualquier detalle ahora pondría supondría violar el código ministerial, ha dicho.
Las palabras de Sturgeon han tenido lugar durante la presentación de la nueva campaña para desligarse de Londres y del informe titulado ‘Independencia en el mundo moderno’. Más rico, más feliz, más justo: ¿por qué no Escocia?’, y en el que se establece un análisis del desempeño de Reino Unido en una serie de indicadores económicos y sociales en relación a otros países europeos, como Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Irlanda o Noruega.
«Después de todo lo que sucedió, el Brexit, la COVID, Johnson, es hora de establecer una visión diferente y mejor. Es hora de hablar de hacer que Escocia sea más rica y es hora de hablar sobre la independencia», ha dicho.
Sturgeon ha señalado que Johnson «no tiene autoridad democrática en Escocia, ni mayoría moral en ninguna parte» y ha recordado que cuestiones como el Brexit les sacó de la Unión Europea y del mercado único en contra de su voluntad, provocando importantes daños al comercio, al nivel de vida y a los servicios públicos.
«¿Seguimos atados a un modelo económico de Reino Unido que nos condena a resultados económicos y sociales relativamente pobres que probablemente empeoren en lugar de mejorar fuera de la Unión Europea, o en cambio levantamos los ojos con esperanza y optimismo y nos inspiramos de países comparables de toda Europa?», ha expuesto la líder del SNP.
«Es hora de debatir la independencia (…) Escocia hoy está aún más preparada que en 2014», ha defendido Sturgeon, quien ha estado acompañada por el colíder de Los Verdes, Patrick Harvie, quien ha abogado por «trazar un futuro diferente» en un momento en el que están obligados a responder a los desafíos globales «con las manos atadas» y mientras Westminster toma decisiones por ellos.
Cuestionada sobre cómo abordar una posible situación fronteriza como la que se está dando en Irlanda del Norte, Sturgeon ha reconocido que si Escocia está en la Unión Europea habrá problemas, requisitos regulatorios y aduaneros, pero confía en se puedan manejar de mejor manera y que los beneficios superan a los desafíos.
REACCIONES
Por su parte, desde el número 10 de Downing Street han respondido a la nueva campaña por la independencia valorando que «no es el momento de hablar de otro referéndum» y que confían en que el pueblo escocés quiera y espere que ambos gobiernos «trabajen juntos» para solucionar «desafíos globales» como el alto coste de vida, la guerra de Ucrania y el resto de «problemas que son importantes para sus familias y sus comunidades».
Los laboristas escoceses también han cuestionado el discurso de Sturgeon, a la que han afeado estar «jugando a la política mientras la vida y el sustento de las personas están en juego».
«Miles de escoceses se ven obligados a elegir entre la calefacción y comer y aún más se enfrentan a fuertes subidas en sus facturas; nuestro NHS (sistema público de salud) está desorganizado con la pérdida de vidas como resultado y nuestra infraestructura de transporte se está desmoronando ante nuestros ojos», ha asegurado el líder laborista escocés, Anas Sarwar, cuenta la BBC.
«Que Nicola Sturgeon le dé la espalda a los problemas que enfrenta la gente de Escocia y decida en este punto centrarse en su propia obsesión es un triste ejemplo de cuán desconectado está este gobierno», ha valorado Sarwar, para quien la jefa de Gobierno se sirve de Johnson y los conservadores «para alimentar sus propias ambiciones políticas». (Europa Press)