El momentum del rechazo
Por Salvador Ruiz-Tagle, miembro del Observatorio de Historia Reciente de América Latina y Chile, UDP.
Las encuestas aparecidas desde inicios de este año con miras al plebiscito de salida de la nueva Constitución Política de Chile deben tener muy preocupadas a las coaliciones del apruebo. ¿La razón? Estas indican una tendencia favorable al rechazo, instalando además un problema no menor, de una cantidad de indecisos muy importante. La derecha no se ha restado de participar en los medios, acusando de autoritario, indigenista y extremista el contenido del proyecto de nueva constitución, señalando que la ciudadanía no se inclinaría por la «inestabilidad», apoyándose en los resultados de las encuestas, comprendidos como un breve reflejo o una radiografía del momento actual.
Sin embargo, la historia reciente nos ha demostrado que la derecha, década tras década, ha usado el mismo tipo de estrategia en las campañas que ha llevado a cabo en cada elección, demostrando que más que una coalición con un proyecto claro, son liderazgos sin dirección que buscan solo responder ante la contingencia. Llega a ser un constante dejavu escuchar a la derecha recurrir a un supuesto apartidismo en sus campañas, al mismo tiempo que constantemente se interpela y se habla exclusivamente a los votantes duros del rechazo, sin abrirse al universo de indecisos que han aparecido en las encuestas, buscando identificar las demandas de estos sectores.
La derecha ha cerrado filas en torno al rechazo, y con ello ha definido el futuro y la naturaleza de sus liderazgos y propuestas políticas desde el 2023 en adelante.
La derecha desde el plebiscito de 1988 hasta el del 2020, ha jugado un rol reactivo, tomando un papel poco protagónico en las propuestas de cambio, instalando un escenario de catástrofe, que ha tendido a banalizar las propuestas de la nueva constitución como un camino al caos político, que “dividirá aún más a los chilenos”, cerrándose muchas veces a espacios de conciliación. Hasta ahora la leve ventaja de la opción rechazo se explica por el momentum o contingencia del conflictivo escenario político y económico que reflejan las encuestas, sumado al pobre desempeño político de algunos mediáticos constituyentes. Pero, por ahora, la derecha no ha logrado articular una propuesta política e ideas democráticamente sustentables frente a la nueva constitución y a los posibles escenarios post-plebiscito. Solo se ha dedicado a reflotar memorias de crisis, caos y terror, con ideas anquilosadas, y atrincheradas en un “rechazo” a todo evento.