Convención prepara ceremonia de cierre con un «4 de julio» a la chilena

La Convención Constitucional dejó de ingresar normas al texto el 16 de mayo y hasta el 4 de julio, su trabajo será ordenar y organizar el texto borrador. En estas cuatro semanas restantes, la asamblea trabajará en comisiones especiales.

(Francisco Bravo Atias / Sputnik) Un 4 de julio sin béisbol, desfiles ni fuegos artificiales, pero con mucho sentido republicano. Formalidad y protocolo son las consignas con la que la Mesa Directiva de la Convención Constitucional se encuentra preparando la ceremonia de entrega de la propuesta de carta magna.

A diferencia de las apoteósicas celebraciones del Día de la Independencia estadounidense, la asamblea chilena buscará realizar este 4 de julio una ceremonia recatada y muy solemne. Aunque todavía se están afinando los últimos detalles, ya se sabe que el rito comenzará ese día a las 10:00 de la mañana, exactamente un año después de que el organismo se conformara.

Lo que aún no está definido es el lugar. Los sitios en análisis son el Salón de Honor del Ex-Congreso Nacional y el Palacio Pereira, dos antiguos edificios ubicados en el centro de la capital y que actualmente albergan las oficinas, las comisiones y las salas donde la Convención ejecuta sus actividades y sesiones.

Se espera que el maestro de ceremonia sea John Smok, el secretario de la Convención. Este abogado, que ejerció durante años como funcionario administrativo de la Cámara de Diputados, no ha sido para nada un personaje secundario en su actual cargo. Smok destacó por su rol clave para el ordenamiento, funcionamiento y procedimiento de las votaciones, entregando un apoyo particularmente menester en un órgano recién formado y tan heterogéneo. Muchas veces, fue el mismo Smok que, a viva voz, logró ordenar sesiones que parecían desbocadas.

«Esta será una actividad de carácter republicano. En términos generales, lo que se buscará hacer es un acto que contemple todos los simbolismos democráticos que sustentan el proceso constituyente», dijo la convencional constituyente Yarela Gómez, vicepresidenta adjunta de la Convención que, junto a la presidenta María Elisa Quinteros y los otros siete integrantes de la Mesa Directiva, se encuentran organizando el acto.

Gómez explicó que ha habido bastante consenso en la conversación sobre los protocolos a seguir y lo que debe suceder en la ceremonia. Todo girará en torno al momento en que los convencionales le entreguen el borrador del texto al presidente Gabriel Boric.

Sin embargo, advirtió que una de las complejidades será determinar quienes deben estar invitados al acto. Por temas de seguridad sanitaria, solo se permitirá invitar a 20 personas externas al proceso, ya que el aforo estará casi completo con el presidente, los funcionarios técnicos, los empleados administrativos y los 154 convencionales.

«En mi opinión, los que deben ser invitados son los representantes de los poderes constituidos, es decir, el presidente de la Corte Suprema, el presidente de la Cámara de Diputados y el presidente del Senado. Además, también deben estar contemplados los expresidentes de la República: Ricardo Lagos (200-2006), Michelle Bachelet (2006-2010 y 2014-2018) y Sebastián Piñera (2010-2014 y 2018-2022)», agregó Gómez. Otros de los posibles invitados son los líderes de los partidos políticos y el contralor general.

Por último, Gómez comentó que la Mesa Directiva también está analizando la opción de realizar una ceremonia posterior, pero con otro tono. Un evento más alegre y cultural, donde se haga entrega del borrador de manera simbólica a la ciudadanía, de una manera más cercana y amigable.

SIMBOLOGÍA CHILENA

Un grupo de convencionales, principalmente de derecha y sectores conservadores, han manifestado su preocupación por la simbología que se mostrará en el acto. Ellos acusan a los sectores de izquierda de querer invisibilizar algunos emblemas patrios como la bandera chilena o el himno nacional, en virtud de priorizar simbología de pueblos originarios.

La primera polémica surgió precisamente hace un año, el 4 de julio de 2021. Cuando la Convención Constitucional celebró su fundación, efectuó una ceremonia en que participó una banda de jóvenes estudiantes que interpretaron el himno nacional, pero la canción apenas se escuchó producto a los gritos de rechazo de un grupo de convencionales, quienes vociferaron consignas y cánticos para interrumpir el acto.

El 16 de mayo de este año también se registró una controversia. La Convención viajó a la ciudad de Antofagasta para desarrollar una ceremonia solemne donde se presentó el documento con todas las normas aprobadas, dando fin al proceso de votaciones e inicio al proceso de armonización. En ese acto, no hubo banderas chilenas ni se entonó el himno.

Para el convencional Alfredo Moreno, cercano a la coalición de derecha Chile Vamos, en la ceremonia final de la Convención no pueden quedar exentos los símbolos patrios. «Es lamentable que, a lo largo de todo el proceso constituyente, la bandera y el himno no fueron considerados símbolos de unión», dijo.

«Independiente de lo que ocurra en la ceremonia, si se decide ocupar simbología de pueblos originarios u otra, deben estar presentes sí o sí los emblemas chilenos. Aunque no hay información oficial, tengo entendido que hasta ahora sí estaría decidido utilizarlos. Solo espero que eso no sea para cubrir las faltas y omisiones, sino que sea un gesto genuino de unidad», agregó.

¿QUÉ FALTA?

La Convención Constitucional dejó de ingresar normas al texto el 16 de mayo y hasta el 4 de julio, su trabajo será ordenar y organizar el texto borrador. En estas cuatro semanas restantes, la asamblea trabajará en comisiones especiales.

La Comisión de Normas Transitorias, integrada por 33 convencionales, está formulando mecanismos que permitan al país transitar ordenadamente de la vieja a la nueva Constitución, estableciendo normas especiales para regular las formas y plazos de la entrada en vigencia de la nueva carta magna.

La Comisión de Preámbulo, compuesta de 15 convencionales, se encargará de escribir un texto introductorio con que dará inicio la nueva Constitución. Ya existen algunas propuestas de enunciados que deben ser aprobados por el Pleno de la Convención.

La Comisión de Armonización, integrada por 40 convencionales, tiene la tarea de ordenar todos los artículos aprobados en un texto coherente. Hasta el momento, serían once los capítulos que contendría la nueva carta fundamental, ordenados por temática. Una novedad: se agregaron capítulos exclusivos para normas sobre la naturaleza y sobre participación ciudadana, algo inédito para una Constitución chilena.

El 4 de septiembre los chilenos deberán votar en el plebiscito nacional por dos opciones: Apruebo, para adoptar la propuesta de la Convención o Rechazo, si es que desean mantener la actual Constitución redactada durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

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El Periodista