Autoridades de Mariúpol acusan a Rusia de enterrar en fosas comunes a muertos bajo sus ataques
Mariúpol es uno de los principales espacios de esta guerra iniciada hace ahora tres meses por el presidente ruso, Vladimir Putin.
Las autoridades de la ciudad de Mariúpol han acusado a Rusia de enterrar en fosas comunes, sin certificado de defunción, a los caídos bajo sus ataques, una «burla», han dicho, con la que intentan ocultar sus «crímenes».
Así lo ha contado el asesor de la Alcaldía de Mariúpol, Petro Andriushchenko, a través de su canal de Telegram, que ha calificado esta situación como la «enésima burla de los ocupantes rusos».
«Los ocupantes proporcionan un certificado de defunción y el derecho a ser enterrados en una tumba y ataúd separados únicamente en caso de muerte por causas naturales», ha asegurado Andriushchenko.
«En caso de muerte bajo fuego, o incluso como consecuencia de las lesiones, no se emite ningún certificado de defunción y la persona es enterrada, sin nombre, en una fosa común. Como máximo emiten un certificado de «desaparecido» a los familiares», ha explicado.
«Esto ni siquiera encubre sus crímenes. Esto es otra cosa», ha dicho el asesor de la Alcaldía de esta ciudad, actualmente destrozada por los combates y con unas 150.000 personas atrapadas sin acceso a suministros básicos.
Esta semana, el propio alcalde de Mariúpol, Vadim Boichenko, informó de que se habían encontrado nuevas fosas comunes en la ciudad y cifró en 22.000 las víctimas mortales que han dejado a su paso las fuerzas rusas, aunque matizó que estas cifras eran susceptibles de aumentar «significativamente».
Mariúpol es uno de los principales espacios de esta guerra iniciada hace ahora tres meses por el presidente ruso, Vladimir Putin. Esta ciudad portuaria a orillas del mar Azov ha quedado prácticamente destruida a causa de los bombardeos tras el asedio a la que ha sido sometida por las fuerzas del Kremlin.
Se trata de un escenario fundamental para el devenir de la guerra y de las futuras negociaciones de paz, en lo que respecta a los intereses geoestratégicos y comerciales de ambos países, con Rusia pretendiendo cerrar la salida al mar de Ucrania y unir la región de Donbás con la península de Crimea, ambos bajo su paraguas.(Europa Press)