Tribunal Superior de Israel aprueba desalojar a 1.300 palestinos de sus hogares en Cisjordania
Los jueces "allanaron el camino para que se cometiera el delito de traslado forzoso, al tiempo que invirtieron la realidad", pues "el fallo calificó a las víctimas palestinas de 'ilegales', mientras presenta al régimen del 'apartheid' como víctima", ha denunciado B'Tselem.
El Tribunal Superior de Justicia de Israel ha aprobado la expulsión de 1.300 ciudadanos palestinos, así como la destrucción de sus hogares de la comunidad de Masafer Yatta, en el sur de Cisjordania, tras considerar que el área es zona de entrenamiento del Ejército israelí.
Las autoridades judiciales israelíes han rechazado el argumento esgrimido por los residentes de que han estado viviendo en el lugar –de más de 3.300 hectáreas– mucho antes de que el Ejército lo designara zona de entrenamiento en la década de los 80, poniendo así fin a un litigio que se remonta a hace más de dos décadas.
«La comunidad internacional debe evitar que Israel transfiera por la fuerza a las comunidades de Masafer Yatta y asegurarse de que, en caso de que se cometa este crimen, los responsables, incluidos los ministros del gobierno, los altos mandos militares y los jueces de la Corte Suprema, rindan cuentas», ha defendido la ONG israelí de derechos humanos B’Tselem.
En ese sentido, la organización ha lamentado que los jueces hayan demostrado «una vez más» que los palestinos «no pueden esperar justicia del tribunal de los ocupantes», quienes «cumplieron una vez más su papel dentro del régimen supremacista judío de Israel».
Los jueces «allanaron el camino para que se cometiera el delito de traslado forzoso, al tiempo que invirtieron la realidad», pues «el fallo calificó a las víctimas palestinas de ‘ilegales’, mientras presenta al régimen del ‘apartheid’ como víctima», ha denunciado B’Tselem.
Alrededor de 600.000 israelíes viven actualmente en más de 200 asentamientos dentro de los territorios palestinos ocupados, una situación que en 2016 el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas describió como una clara violación del derecho internacional, por lo que pidió a Israel que pusiera fin a esta agresión. (Europa Press)
