Médicos del Mundo pide cumplir con Derecho Internacional Humanitario para civiles y sanitarios en Ucrania

En la actualidad, la situación de conflicto ha provocado que se produzcan los primeros problemas en el acceso a la comida, electricidad y agua, lo que unido a la falta de acceso a atención sanitaria, "ha hecho crecer la tasa de mortalidad".

Médicos del Mundo ha reclamado que se respete el Derecho Internacional Humanitario en Ucrania para los profesionales sanitarios y los civiles y no sean objetos de ataque, al mismo tiempo que han solicitado más corredores humanitarios porque «la situación sanitaria es muy complicada y hay escasez de medicamentos y suministros médicos».

En caso de que se esta petición no se cumpla, la entidad espera que en el futuro se investiguen todos estos actos de violencia y así «se ponga de verdad a las personas en el centro». Así lo ha reivindicado este lunes, en una rueda de prensa, la presidenta de la entidad, Nieves Turienzo, quien ha estado acompañada por el coordinador de salud mental en la emergencia de Ucrania, Ricardo Angora, y el coordinador Jesús Cruz, que ha participado desde Ucrania.

Los expertos han participado en un encuentro con periodistas para actualizar y ofrecer la información sobre el estado de la población ucraniana, en relación al conflicto armado que se vive en este país frente a Rusia.

En la actualidad, la situación de conflicto ha provocado que se produzcan los primeros problemas en el acceso a la comida, electricidad y agua, lo que unido a la falta de acceso a atención sanitaria, «ha hecho crecer la tasa de mortalidad», ha asegurado Nieves Turienzo. También, ha añadido, que las infraestructuras están muy dañadas, por lo que desde Médicos del Mundo se han centrado en trabajar en los edificios sanitarios para volver lo antes posible a su funcionamiento.

«Las necesidades son masivas. El agua empieza a ser un problema y hay zonas en las que ahora mismo no se pueden tener las condiciones básicas de vida», ha lamentado Jesús Cruz.

En este sentido, el coordinador ha adelantado que «el conflicto no va a acabar a corto plazo», por lo que prevé trabajar en torno a tres escenarios principales. «En las zonas de conflicto, se seguirán atendiendo situaciones humanitarias mientras que en otras zonas que no hayan combates se podrá trabajar en reconstruir las infraestructuras. También hay que pensar que habrá una masa de población que no podrá regresar a sus domicilios», ha detallado.

Asimismo, la directora ha instado a las instituciones a que cumplan las exigencias económicas de Ucrania porque «solo han recibido el 60 por ciento de los fondos solicitados y es necesario el 100%». Sin embargo, en este caso, ha matizado que «los fondos no pueden ser retraídos de otras guerras», por lo que también ha pedido atención, solidaridad y ayuda a otros estados que están también en conflicto.

Por el momento, en las zonas bajo bombardeos, la destrucción de las infraestructuras civiles «convierte en un infierno el día a día de sus habitantes», ha expresado Nieves Turienzo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha manifestado la presidenta, el número de ataques contra instalaciones sanitarias en Ucrania desde el inicio del conflicto armado ha superado los dos centenares. Del total (235 ataques), 167 han afectado a instalaciones sanitarias, 28 al transporte, incluidas las ambulancias, que se han cobrado 75 vidas y han herido a 59 personas. En Ucrania se producen más del 68 por ciento de todos los atentados contra la atención sanitaria en todo el mundo en lo que va de 2022.

Una de las señales de alerta que Jesús Cruz ha realizado desde Ucrania, es que la población desplazada (más de un 30%) ha ido a parar a zonas de acogida, donde se ha visto aumentar el número de personas de manera exponencial, lo que ha originado «una gran presión asistencial». «La reducción del acceso a la atención sanitaria y a los medicamentos afectará a la calidad y esperanza de vida. Esto posiciona a las personas mayores en una situación de especial vulnerabilidad», ha alertado.

Según las estimaciones de Médicos del Mundo, Ucrania es el país que mayor tanto por ciento tiene de personas mayores de 60 años en una catástrofe humanitaria, con un 20 por ciento de población. «Es un dato preocupante porque las personas mayores suelen estar afectadas por enfermedades crónicas a las que no pueden hacer frente por falta de tratamientos», ha comentado Nieves Turienzo.

LA GUERRA DESPIERTA OTRAS CRISIS

Otra señal de alerta que ha expresado Médicos del Mundo está relacionada con las enfermedades, especialmente la tuberculosis y el VIH. «Ucrania tiene una incidencia muy alta de estas enfermedades, especialmente de tuberculosis, y se han frenado los tratamientos. Esto genera un problema de salud pública», ha advertido Jesús Cruz.

Al respecto, la directora de la entidad ha recordado que ambas enfermedades se pueden convertir en enfermedades mortales, con una alta transmisión. Asimismo, otra de las crisis a las que se enfrenta la población ucraniana está relacionada con el empleo.

«Más del 50 por ciento de la población ha perdido su empleo debido a que se han tenido que ver obligados a desplazarse y perder sus trabajos», ha reconocido Jesús Cruz, quien ha insistido en la dificultad del acceso a los sistemas sanitarios, tanto en las ciudades que viven en zonas de conflicto, como en aquellas en las que la tropas rusas se han retirado o no han podido acceder.

«Hay zonas que tienen acceso sencillo pero hay otras más complicadas, como las que están en combate o donde debemos pasar la línea de combate, y esto requiere los corredores humanitarios y esto no se ha dado muchas veces. La comunidad humanitarios hemos requerido en múltiples ocasiones los corredores humanitarios para abastecer de enseres básicos y poder sacar a personas», ha confesado.

SALUD MENTAL Y MENORES

Una de las principales líneas de trabajo de la organización es la salud mental porque, tal y como ha aseverado la presidenta, «las heridas que no se ven, son las que más duelen». Así pues, Ricardo Angora ha asegurado que, en tan solo un mes, han atendido a cerca de 700 personas en Chernovtsi a través de su programa de visitas de servicios médicos esenciales a población desplazada interna.

Los profesionales psicólogos, de acuerdo con el experto, están realizando sesiones de apoyo grupal, asistencia psicosocial individual y apoyo a la atención primaria con atención psicológica a pacientes con somatizaciones. «Atender las necesidades de salud mental de la población debe ser una prioridad para las organizaciones humanitarias», ha afirmado.

Angora ha lamentado que la guerra provoque que las personas se tengan que resguardar en búnkeres, porque esto conlleva «la quiebra psicológica» de los ciudadanos, ya que las personas «necesitan interaccionar entre ellas, relacionarse, tener actividades de la vida cotidiana». «El contacto con el exterior facilita los estímulos externos, que son importantes para el desarrollo y equilibrio mental», ha explicado.

Las personas desplazas también están sufriendo las consecuencias de la guerra a nivel psicológico. «Aunque se han ido a zonas más seguras, estas personas están fuera de su contexto y les cuesta encontrar apoyos. Viven de una forma angustiosa por haber dejado atrás sus casas y sus vidas. Tienen una gran incertidumbre y ansiedad. En ocasiones no pueden ni dormir porque reviven lo que han vivido», ha subrayado Angora.

En cuanto a los menores, el coordinador de salud mental ha reconocido que los niños están sufriendo alteraciones de la conducta porque «no tienen la capacidad de entender lo que ocurre» y prevé que esta situación «no la van a poder olvidar nunca». «Lo que se está produciendo en los menores es un trauma que afectará al desarrollo a lo largo de su vida. Es importante hacer un tratamiento a través del juego, de la pintura y reestructurar su capacidad mental», ha sentenciado. (Europa Press)

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