Gustavo Petro aspira a hacer historia y llevar por primera vez a la izquierda al Gobierno de Colombia

Petro propone una reforma agraria, un ingreso mínimo y el desmantelamiento del cuerpo de antidisturbios.

Es la tercera vez que Gustavo Petro se presenta a unas elecciones presidenciales en Colombia, pero esta vez es el favorito en las encuestas, y por ello espera poder convertirse en el primer presidente de izquierda de Colombia.

Petro y su proyecto son en gran medida el resultado de las protestas sociales de 2019 y 2020, que dieron un vuelco político al espectro colombiano similar al vivido en países como Chile, Ecuador o Perú. El descontento se ha plasmado en un programa denominado ‘Colombia potencia mundial de vida’ que recoge puntos clave como la reforma agraria o de las fuerzas de seguridad.

El texto programático plantea un cambio radical de modelo económico que impulse la producción agropecuaria que pasa por una reforma agraria que ataque la desigualdad en la propiedad y el uso de la tierra garantizando el derecho a la tierra de las familias rurales con las mujeres como prioridad

Además recoge medidas contra el ‘fracking’, la reforma de los fondos de pensiones privados y públicos, un ingreso mínimo básico, el impulso de las energías renovables y una reforma tributaria que espera que sirva para que los 4.000 colombianos más ricos paguen cerca de 12.000 millones de pesos al año (unos 2,84 millones de euros).

Ante los ataques de sus rivales conservadores y liberales, Petro ha respondido que no pretende expropiar, sino democratizar. «Jamás he pronunciado la palabra expropiación», ha subrayado en uno de los debates con su principal contrincante, Federico ‘Fico’ Gutiérrez. En abril, Petro llegó a firmar en una notaría un documento en que se compromete a no expropiar.

El programa también recoge medidas para proteger los ecosistemas y los recursos naturales, con una mención ampliada al agua, un recurso que, según consideran, debería ser el eje para el ordenamiento del territorio.

Especial atención tiene en el texto la promoción de la igualdad de las mujeres. Para ello plantean que ocupen el 50 por ciento de todos los cargos públicos en todos los niveles del poder y que exista un Ministerio de la Igualdad encargado de articular las políticas vinculadas al género. El tiempo dedicado al cuidado será reconocido como trabajo y recompensado.

A nivel institucional, el Pacto Histórico ha prometido avanzar hacia la «desmilitarización de la vida social» y el desmantelamiento del polémico Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD), que protagonizó escenas de represión durante la ola de protestas de 2019-20.

Igualmente plantea que se eliminen los fueros penales militares y propone que se fortalezcan los procesos de investigación en la justicia militar para acabar con la impunidad, así como medidas para proteger a los líderes sociales tras la muerte de 145 activistas solo durante 2021. También propone avanzar en una negociación de la paz definitiva con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

PROYECTO DE IZQUIERDA
Petro, de 62 años, es economista de formación, titulado por la Universidad del Externado, tiene una especialización en administración de la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP) y es diplomado en estudios especializados en Desarrollo, Población y Medio Ambiente de la Universidad Católica de Lovaina.

En su juventud, en la década de 1980, militó en la guerrilla M-19, lo que le ha valido numerosos ataques por parte de sus adversarios políticos, pero tras su desmovilización gracias al acuerdo de 1990, Petro se incorporó a la vida política institucional a pesar de la dura persecución y matanza de antiguos militantes de esta organización.

Así, fundó el partido político Alianza Democrática M-19 desde donde participó en la redacción de la Constitución de 1991 y llegó a la Cámara de Representantes. Sin embargo, no logró la reelección y no fue hasta 2002 cuando intentó de nuevo conseguir un escaño. En esas elecciones se convirtió en el diputado con mayor respaldo electoral de todo el país.

En esa legislatura se destacó como uno de los mayores opositores al Gobierno del presidente Álvaro Uribe, especialmente en proyectos como el Estatuto Antiterrorista y la Reforma Constitucional que habilitó la reelección del propio Uribe.

En 2005, Gustavo Petro apoyó la creación del partido político Polo Democrático Alternativo, formación por la que logró un asiento en el Senado colombiano en 2006. La proyección alcanzada le facilitó su presentación como candidato presidencial en las elecciones de 2010, en las que fue el tercero más votado.

Más tarde abandonó el Polo Democrático para fundar su propio partido, con el que llegó a la Alcaldía de Bogotá en 2011. Seis años después lanzó de nuevo su candidatura presidencial por el movimiento Colombia Humana, con el que logró pasar a la segunda vuelta, donde fue derrotado por el actual presidente, Iván Duque.

El 13 de marzo de 2021 se impuso con casi un 80 por ciento de apoyo en las elecciones primarias de la coalición Pacto Histórico y eligió como candidata a vicepresidenta a Francia Márquez.

Francia Márquez Mina es una abogada de 39 años nacida en Suárez, Cauca, conocida por su activismo en contra de la minería ilegal. Fue obligada a marcharse de su territorio tras recibir amenazas.

Su labor le ha valido premios como el Premio Nacional a la Defensa de los Derechos Humanos en Colombia o el Goldman Environmental Prize, que es el equivalente a un Nobel del Medio Ambiente.

La campaña de Márquez ha sido impulsada por sectores afrodescendientes, mujeres y jóvenes, que retumban en redes sociales a través de aplicaciones como Tik Tok e Instagram, en donde cuenta con más de 400.000 seguidores.

En cuanto al contenido, defiende el feminismo, la equidad y la inclusión de los sectores de la población que han estado segregados por su orientación sexual o posición económica. (Europa Press)

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El Periodista