Francia juzga al responsable de una de las masacres más sangrientas de Ruanda

Francia, un aliado cercano del régimen genocida derrotado en Kigali, había sido acusada previamente de desentenderse a la hora de llevar ante los tribunales a los fugitivos del genocidio refugiados en su territorio.

El Tribunal Penal de París comienza este lunes al juicio contra el considerado como uno de los mayores criminales del genocidio de Ruanda durante los años 90: Laurent Bucyibaruta, el llamado «carnicero de Gikongoro», a quien se vincula con el exterminio de 50.000 tutsis en la Escuela Técnica de Murambi, en el sur del país, en abril de 1994.

La Justicia francesa considera que esta matanza fue organizada por las autoridades locales, incluido Bucyibaruta, imputado por genocidio, complicidad en genocidio y complicidad en crímenes de lesa humanidad. El acusado, que se enfrenta a la cadena perpetua, niega todos los cargos presentados en su contra.

Bucyibaruta, de 78 años de edad y antiguo miembro del gobernante Movimiento Republicano Nacional para la Democracia y el Desarrollo (MRND), era también jefe del comité de prefectura de Gikongoro para la milicia Interahamwe, la facción paramilitar del MRND, principal responsable del genocidio de un millón de personas –en una inmensa mayoría tutsis, si bien también fueron asesinados hutus moderados– entre abril y junio de 1994.

Durante el juicio, los supervivientes relatarán que Bucyibaruta fue uno de los altos cargos que recomendó a los tutsis de la zona que buscaran refugio en la escuela técnica y otros lugares de la región para escapar de la matanza y «recibir comida», un mero pretexto para que las Interahamwe exterminaran con más facilidad a la población.

«Los tutsis que se reunieron en la escuela fueron asesinados el 20 y 21 de abril de 1994 por gendarmes, policías y civiles armados», según el pliego de cargos contra Bucyibaruta recogido por la ONG Trial International. Al exprefecto también se le achaca su participación en otras masacres: la de las parroquias de Cyanika y Kaduha el 21 de abril de 1994; la de la prisión de Gikongoro el 22 de abril de 1994, y la del 7 de mayo de 1994 en la escuela de niñas de Kibeho, donde la ONU estima que más de 4.000 personas fueron asesinadas.

Laurent Bucyibaruta huyó de Ruanda a Francia en 1997 y fue detenido y procesado tres años después por la Fiscalía de Troyes sobre la base de una denuncia presentada ante el Tribunal Superior de París. Apeló la decisión y fue puesto en libertad por el juez de instrucción hasta que volvió a ser detenido en 2007, el comienzo de un proceso de supervisión judicial que culminaría once años después cuando, el 4 de octubre de 2018, el fiscal acusó formalmente a Laurent Bucyibaruta de genocidio y crímenes de lesa humanidad.

Su juicio fue anunciado por primera vez pocos días después del discurso del presidente francés, Emmanuel Macron, en el Monumento al Genocidio de Kigali en Ruanda, el 27 de mayo de 2021, en el que pidió perdón a los supervivientes del genocidio por la «responsabilidad histórica y política de su país en Ruanda».

Francia, un aliado cercano del régimen genocida derrotado en Kigali, había sido acusada previamente de desentenderse a la hora de llevar ante los tribunales a los fugitivos del genocidio refugiados en su territorio.

El Gobierno francés intenta resarcirse de estas acusaciones impulsando los procesos judiciales contra los acusados del genocidio: Bucyibaruta es el cuarto juzgado en este sentido — después de un militar, dos alcaldes y un chofer implicados en las matanzas — y es el imputado de más alto rango que se enfrenta a un tribunal francés por esta cuestión. El proceso terminará el 1 de julio. (Europa Press)

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