Ferdinand Marcos se encamina hacia una amplia victoria en presidenciales de Filipinas
En la carrera a la Vicepresidencia de Filipinas, la hija de Duterte, Sara Duterte-Carpio, lidera el recuento extraoficial con cerca de 20 millones de votos.
El candidato Ferdinand ‘Bongbong’ Marcos Junior, hijo del dictador que dominó Filipinas durante 20 años, se encamina hacia una amplia victoria en las elecciones presidenciales, según un recuento no oficial.
Así, Marcos se ha conseguido más de 20 millones de votos y se sitúa por delante de la actual vicepresidenta y líder opositora, Leni Rebredo, que cuenta con algo menos de 9,5 millones de votos, según recoge el diario ‘PhilStar’.
Este recuento extraoficial, basado en el 61 por ciento de los votos emitidos, da al mediático boxeador Manny Pacquiao más de 1,7 millones de votos, mientras que al alcalde de la capital, Manila, Fancisco Domagoso, le concede algo más de 1,3 millones de apoyos.
En la carrera a la Vicepresidencia de Filipinas, la hija de Duterte, Sara Duterte-Carpio, lidera el recuento extraoficial con cerca de 20 millones de votos, por delante del senador Kiko Pangilinan, con seis millones, y del presidente de la Cámara Alta, Vicente Sotto, con algo menos de 5,5 millones.
Filipinas ha abierto a las 6.00 horas (hora local) de este lunes los colegios electorales para una votación en la que la nación asiática se dirime entre el cambio político o el retorno al pasado y que además sirve como evaluación sobre el criticado mandato de Duterte.
La dupla de Marcos con Duterte-Carpio, que se ha mantenido con ventaja en las encuestas respecto a la fórmula de Robredo, ha contado con una campaña basada en aplaudir los años de la dictadura en un exitoso ejercicio de revisionismo histórico combinado con una campaña de desprestigio hacia su principal oponente.
‘Bongbong’, senador de 64 años, no ha exhibido abiertamente los rasgos de impunidad que caracterizaron el mandato de Duterte –cuya campaña antidroga está bajo investigación por el Tribunal Penal Internacional (TPI) por posibles crímenes de lesa humanidad–, pero sobre él amenaza la sombra de las irregularidades al llegar a la recta final electoral a pesar de llevar sobre sus espaldas una condena por impago de impuestos, algo que, según sus críticos, podría haber invalidado su candidatura.
China prestará especial atención a estos comicios, donde una victoria de Marcos podría prolongar el acercamiento entre ambos países. La visita de Duterte a Pekín en abril significó, en palabras del presidente chino, Xi Jinping, «un viaje para romper el hielo que marca un hito en la historia de las relaciones entre China y Filipinas».
Para Estados Unidos este acercamiento supone un problema. Ambos países están unidos por un acuerdo de rotación de tropas estadounidenses en el país que lleva dos décadas en vigor; una presencia fundamental para contrarrestar la influencia de Pekín en la zona.
Robredo ha adoptado una postura más dura contra China, en particular sobre su disputa en el mar de la China Meridional, pero una hipotética victoria de la candidata no implicaría el distanciamiento con Pekín. Ambos, en cualquier caso, deberían preservar el delicado equilibrio en el que conviven con las dos grandes superpotencias mundiales. (Europa Press)