El exfiscal Carlos Gajardo presenta Se hará justicia
En estas páginas, el abogado analiza el sistema judicial chileno, identificando aquellos problemas y desafíos que se deben tener en cuenta de cara a la redacción de una nueva constitución.
Una de las razones más potentes de la desconfianza de la ciudadanía en las instituciones y, particularmente, en la justicia, es que esta «no es igual para todos». Así lo afirma el abogado y exfiscal Carlos Gajardo Se hará justicia, publicación que ya se encuentra disponible en librerías.
«El estallido social de octubre de 2019 tiene su origen, a mi juicio, en la profunda desigualdad de nuestra sociedad y, en ese esquema, lo que ocurre en el sistema de justicia es clave porque éste es el último refugio, la última esperanza de los ciudadanos frente a los abusos«, comenta el autor. «Cuando esa creencia se destruye, cuesta mucho menos intentar tomar justicia por mano propia que es, en parte, lo que sucedió en el estallido social. La nueva constitución tiene un rol en ese problema en cuanto a intentar asegurar de mejor manera la autonomía para el buen funcionamiento de las instituciones«, afirma.
En Se hará justicia, Gajardo además de hacer un recorrido por la realidad jurídica en Chile durante la última década, revisa algunos de los casos que han puesto de manifiesto la crisis del sistema: Penta, SQM y Corpesca, entre otros. En estas páginas, el exfiscal describe la relación, muchas veces incestuosa, entre los poderes económicos y el mundo judicial. Todo esto con miras a las mejoras que debe experimentar el sistema de cara a la redacción de una nueva constitución.
«La existencia de un sistema de enjuiciamiento criminal para delitos de cuello blanco, basado en que diversos delitos carecen de acción penal pública, constituye una vulneración grave al principio de la igualdad ante la ley y el gobierno, y el parlamento debiera tomarse en serio la decisión de eliminar ese privilegio», se señala en el libro.
Respecto de las propuestas que contiene el libro para enfrentar casos de corrupción, cohecho y financiamiento financiamiento ilícito de la política, y evitar la persecución a los denunciantes, el autor comenta: «No hay una solo bala de plata, pero sí muchas medidas que deben implementarse conjuntamente. Favorecer los canales de denuncia y proteger a los denunciantes con el anonimato o el fuero en sus trabajos es clave».
En cuanto al método de designación de altos cargos del poder judicial, el autor asegura que «no hay sistema perfecto, pero el sistema debe propender a asegurar la autonomía de los nombrados y que se reconozca el mérito de los postulantes y sus carreras profesionales previas«. Gajardo agrega: «El sistema actual no tiene nada de eso. Debe cambiarse radicalmente».