Carnaval vuelve a brillar en Brasil tras dos años de ausencia por COVID-19
La fiesta más famosa del país volvió a las calles del país en una época nada habitual, pero que sirvió para que millones de espectadores pudieran disfrutar una vez más de la tradicional celebración.
El tradicional Carnaval de Brasil volvió a realizarse tras dos años de suspensión debido a la crisis sanitaria por la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19).
La fiesta más famosa del país volvió a las calles del país en una época nada habitual, pero que sirvió para que millones de espectadores pudieran disfrutar una vez más de la tradicional celebración.
Desde muy temprano, en ciudades como Río de Janeiro y Sao Paulo, en el sureste del país, los sambódromos se llenaron de miles de personas, el punto álgido del Carnaval.
Previsto para finales de febrero, el Carnaval de 2022 quedó nuevamente suspendido ante el aumento de casos de la variante ómicron del virus, sin embargo, las presiones del sector turístico, temiendo otro año sin su principal época de ingresos y ocupación, motivó que se buscara una nueva fecha.
Aprovechando el puente vacacional en Brasil, se programó el Carnaval, aunque sin la presencia masiva de miles de turistas extranjeros, por lo que esta vez fue el turismo interno el que impulsó la ocupación hotelera y reanimó un sector de servicios que todavía se recupera de los impactos de la pandemia.
Según la Asociación Brasileña de la Industria Hotelera, en Río de Janeiro, la ciudad más turística del país, la ocupación de los hoteles se situó entre el 85 y el 90 por ciento durante este fin de semana, cifras que no se veían desde antes de la pandemia. En el litoral del mismo estado, se superó el 90 por ciento en varias localidades.
El alto índice se repite en otras capitales del país, como Recife (70 por ciento), Florianópolis (65 por ciento) o Natal y Aracajú (60 por ciento).
La reducción de las tasas de infecciones y muertes por la COVID-19 en Brasil en los últimos meses y la alta tasa de vacunación, con más del 76 por ciento de la población completamente inmunizada contra la COVID-19, permitieron que las autoridades aceptaran celebrar el Carnaval sin temer por las aglomeraciones.
Los famosos «blocos» (comparsas musicales) volvieron a desfilar en las calles de las principales ciudades, lo mismo que las escuelas de samba, que volvieron a relucir tras dos años sin poder pisar los sambódromos.
La noche del sábado la ‘celebrity’ brasileña Sabrina Sato desfiló en el Sambódromo de Sao Paulo y, en un tiempo récord, viajó en un avión particular a Río de Janeiro y pudo hacer lo mismo la misma noche. (Xinhua)