SOFIA, el telescopio reflector de la NASA que aterriza en Chile

En su primera visita al hemisferio sur, SOFIA se encargará de observar la Gran Nube y la Pequeña Nube de Magallanes, las dos galaxias más cercanas a la Vía Láctea.

El Observatorio Estratosférico para Astronomía Infrarroja de la NASA, o SOFIA, aterrizó en el aeropuerto internacional de Santiago hoy, 18 de marzo. Al igual que otros despliegues en el hemisferio sur, SOFIA cambió temporalmente su base de operaciones de Palmdale, California, a Santiago de Chile, para observar objetos celestes que solo pueden verse desde latitudes del hemisferio sur. La NASA y su socio en la misión SOFIA, la Agencia Espacial Alemana (DLR por sus siglas en inglés), están entusiasmados con este primer despliegue en Chile.

SOFIA (Stratospheric Observatory for Infrared Astronomy) es un telescopio reflector de 2,5 metros de diámetro a bordo de un Boeing 747SP modificado. La aeronave vuela por sobre el 99% de la atmósfera terrestre que bloquea los rayos infrarrojos, lo que le permite observar el sistema solar de formas que no es posible con telescopios terrestres.

Esta es la primera visita de SOFIA a Sudamérica, y su primer despliegue a corto plazo, el cual durará dos semanas. El equipo operará desde el aeropuerto internacional de Santiago para realizar ocho vuelos científicos. Durante el despliegue, SOFIA observará principalmente la Gran Nube y la Pequeña Nube de Magallanes, las dos galaxias más cercanas a la Vía Láctea. Las dos están ligadas gravitacionalmente a la Vía Láctea y acabarán fusionándose con nuestra galaxia dentro de varios miles de millones de años.

“La colaboración científica, especialmente en el campo de la astronomía, ha sido un pilar de la relación entre Estados Unidos y Chile que comenzó con el establecimiento del Observatorio de Cerro Santa Lucía en Santiago hace más de 170 años”, señaló Richard Glenn, Jefe de Misión de la Embajada de Estados Unidos en Chile. “El despliegue de SOFIA de la NASA en Chile es el siguiente hito emocionante en esa relación, acercándonos a las estrellas como nunca antes”, agregó.

Este despliegue se considera corto debido al tiempo de permanencia en el país en comparación con otros, en los que normalmente se planifican más de 25 vuelos con múltiples instrumentos. Esta vez, SOFIA llevará un solo instrumento, el Espectrómetro de Línea de Imagen del Campo Infrarrojo Lejano, o FIFI-LS, para observar varios objetivos celestes del hemisferio sur.

“Estamos encantados de desplegarnos en Chile para poder ofrecer a nuestra comunidad científica un mayor acceso a los cielos del hemisferio sur”, declaró Naseem Rangwala, científica del proyecto SOFIA. “Estamos aumentando nuestro ritmo de despliegue enfocándonos en la eficiencia y en los objetivos prioritarios, y estamos agradecidos por la oportunidad de hacerlo desde Santiago”, señaló.

Puesto que la Gran Nube de Magallanes, o LMC por sus siglas en inglés, está tan cerca de nuestra galaxia, SOFIA puede observarla en gran detalle y en escalas astronómicas relativamente pequeñas para ayudar a los científicos a entender mejor cómo se formaron las estrellas en el universo primitivo. Tener el contexto de las zonas físicas en las que se forman las estrellas es la razón por la que estas observaciones de la LMC son tan importantes. Los científicos no pueden ver las estructuras físicas detalladas de las galaxias antiguas y lejanas, por lo que en su lugar observan galaxias como la LMC como sustitutos locales. Las observaciones previstas tienen por objeto crear el primer mapa del carbono ionizado en la LMC y se complementarán con las del próximo Observatorio Espectroscópico de Terahercios ULDB Galáctico/Extra galáctico de la NASA, o misión GUSTO, y ampliarán el legado del Observatorio Espacial Herschel.

Además de la Gran Nube de Magallanes, SOFIA también observará restos de supernovas para investigar cómo algunos tipos de supernovas podrían haber contribuido a la abundancia de polvo en el universo primitivo. Intentará, asimismo, realizar su primera observación para medir la abundancia primordial de litio, mirando en el halo de nuestra galaxia donde se encuentran las nubes de hidrógeno neutro. Estas nubes han permanecido relativamente inalteradas, por lo que se pueden investigar las propiedades del gas prístino que existía en el universo primitivo de manera directa. Una observación exitosa del litio podría tener implicaciones para la comprensión de la física fundamental y del universo primitivo, ya que existe una discrepancia significativa entre la abundancia de litio en la teoría del Big Bang de la evolución del universo y la abundancia observada a partir de mediciones astronómicos.

SOFIA es un proyecto conjunto de la NASA y la Agencia Espacial Alemana (DLR). Esta última proporciona el telescopio, el mantenimiento programado del avión y otros apoyos para la misión. El Centro de Investigación Ames de la NASA, ubicado en Silicon Valley en California, administra el programa, la ciencia y las operaciones de la misión en colaboración con la Asociación de Universidades de Investigación Espacial, en Columbia, Maryland, y el Instituto SOFIA alemán de la Universidad de Stuttgart. El Armstrong Flight Research Center Building 703 de la NASA, en Palmdale, California, está a cargo de la mantención y operación de la aeronave.

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El Periodista