Papa Francisco se reúne con representantes de pueblos indígenas que sufrieron abusos en internados de Canadá
Tras el hallazgo de más de 1.100 restos de menores indígenas en Canadá en los terrenos de esta antigua residencia escolar, la iglesia de Canadá asumió su responsabilidad y pidió formalmente disculpas.
El Papa se ha reunido este lunes 28 de marzo con dos grupos de representantes de las poblaciones indígenas Métis e Inuit, dos pueblos aborígenes de Canadá para escuchar sus testimonios sobre los abusos sufridos en internados de ese país, donde se practicó una estrategia de asimilación forzosa de la cultura europea.
«En el curso de dos audiencias sucesivas, el Papa Francisco ha encontrado dos grupos de representantes de poblaciones indígenas canadienses, cerca de diez delegados de los Métis y otros ocho de los Inuit, acompañados por algunos obispos de la Conferencia Episcopal del Canadá», ha destacado el Vaticano en un comunicado.
Las reuniones privadas y sin periodistas han durado cerca de una hora, más tiempo de lo que suele dedicar el Pontífice a los jefes de Estado o de Gobierno cuando vienen de visita al Vaticano.
Según ha especificado el Vaticano, sendos encuentros se han caracterizado por parte del Papa por el deseo de escuchar o dar espacio a las dolorosas historias que han traído los supervivientes.
Desde este lunes y hasta el viernes -cuando tendrá lugar un encuentro conjunto con el episcopado de Canadá, que ha corrido con los gastos derivados del viaje- el Papa se reunirá de forma privada con estas delegaciones para escuchar sus testimonios y pedirles perdón por los abusos que se cometieron en los colegios gestionados por instituciones religiosas. El viernes dirigirá un discurso público en el que está previsto que pida perdón.
El sistema implantado por el Gobierno de Canadá para suprimir la identidad de las distintas minorías amerindias, hoy en día el 5% de la población, e imponerles la cultura occidental, estuvo en pie durante los siglos XIX y XX, cuando se crearon una serie de internados financiados por el Estado y gestionados por organizaciones religiosas que forzaba la separación de los niños y sus familias y se llevaba a cabo una política de asimilación que les impedía hablar su idioma o practicar su cultura.
En estos internados, estaban malnutridos y se han destapado episodios de violencia, castigos y abusos sexuales. Por ejemplo, Cowessess First Nation encontraron 751 tumbas sin marcar de la antigua Escuela Residencial Indígena Marieval, cerca de Grayson Saskatchewan Canadá, en julio del año pasado.
Tras el hallazgo de más de 1.100 restos de menores indígenas en Canadá en los terrenos de esta antigua residencia escolar, la iglesia de Canadá asumió su responsabilidad y pidió formalmente disculpas. Desde el siglo XIX hasta 1996, unos 150.000 niños indígenas (el 30 por ciento del total) fueron separados de sus padres y llevados a estos centros erigidos por el Gobierno, pero que en la mayoría de los casos gestionados por la Iglesia católica.
Según estimó en 2015 la Comisión para la Verdad y la Reconciliación, unos 3.200 murieron. En junio fueron descubiertas casi 1.000 tumbas sin identificar (215 en el internado de Kamloops -Columbia Británica- y 751 en el de Marieval -Saskatchewan-) lo que generó una nueva oleada de indignación. Tras el hallazgo se desató una ola de vandalismo en Canadá contra diez iglesias que acabó con el incendio de otras ocho. (Europa Press)