ONU reconoce que no puede ayudar a civiles afganos sin trabajar con autoridades talibán

En una intervención ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Lyons ha resaltado que, en los últimos meses, la asistencia proporcionada por las agencias humanitarias de la ONU han alcanzado a casi 20 millones de personas.

La representante especial de la Secretaría General de la ONU en Afganistán, Deborah Lyons, ha reconocido este miércoles que el organismo no puede asistir «verdaderamente» a los civiles afganos sin trabajar con las autoridades talibán.

En una intervención ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Lyons ha resaltado que, en los últimos meses, la asistencia proporcionada por las agencias humanitarias de la ONU han alcanzado a casi 20 millones de personas con algún tipo de necesidad en la abrumadora mayoría de los distritos del país.

«Sin embargo, brindar ayuda a corto plazo no es lo mismo que dar esperanza o preparar una base sólida» para que los afganos logren la «autosuficiencia», ha indicado Lyons, que ha pedido ser «realistas», remarcando que es «imperativo» que dentro de medio año no puede repetirse la situación de hace seis meses. «Millones de afganos enfrentando otro invierno de hambre», ha señalado, antes de lamentar que «la única herramienta» a disposición de la ONU son las «costosas e insostenibles» ayudas humanitarias.

Lyons, que ha puesto el foco en abordar «urgentemente» la economía de Afganistán, ha apuntado a que, «aunque sea difícil de aceptar para algunos», es «esencial» trabajar con las autoridades talibán para poder ayudar realmente al pueblo afgano. En este sentido, ha pedido reconocer que «aún persiste una desconfianza duradera entre los talibán y gran parte de la comunidad internacional».

«Los talibán se sienten incomprendidos y se queja de que nuestros informes no reflejan la realidad tal y como ellos la ven», ha dicho, explicando que las nuevas autoridades afganas le comentan que la ONU «subestima sus logros» y «exagera los problemas». «Problemas que ellos reconocen y que afirman que están tratando de resolver».

Entre los «logros» talibán, Lyons ha destacado «la seguridad que impera en Afganistán», como la «disminución del 78 por ciento en las bajas civiles», y el «progreso en el frente económico, incluidos fuertes ingresos a pesar de la disminución de la actividad económica, la reducción de la corrupción y un presupuesto que no requiere recursos de donantes».

«Se quejan de que estos logros positivos están siendo socavados por una guerra económica no declarada contra ellos por parte de la comunidad internacional, que ha afectado en gran medida, y ha resultado en el estrangulamiento de la economía y saben que también exacerban el sufrimiento de la población», ha indicado la representante de Naciones Unidas.

En este contexto, ha lamentado que «este choque de perspectivas forma la base de una brecha, un abismo y una desconfianza graves que deben abordarse» y ha garantizado que esa ha sido la tarea de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) durante los últimos seis meses, al tiempo que ha expresado su «esperanza» de lograr el mandato para seguir cerrando «este abismo» para el «mejoramiento de todos los afganos».

No obstante, Lyons ha señalado que, como UNAMA, debe continuar informando sobre lo que ve, incluso mientras continúa «construyendo» un «entendimiento y una relación de trabajo con las autoridades ‘de facto'». En este sentido, ha mencionado las restricciones a los derechos fundamentales de las mujeres y las niñas, las ejecuciones extrajudiciales, las desapariciones forzadas, las detenciones arbitrarias, el respeto a las minorías y las libertades de reunión y expresión.

En referencia al papel de la UNAMA, la representante de la ONU también ha puesto en valor que ha podido abordar «muchas cuestiones» a través precisamente de «un compromiso constructivo y la cooperación con las autoridades ‘de facto'», pero ha aseverado que, como misión política, puede hacer «mucho más para trabajar con los talibán «en los principales problemas que enfrenta la sociedad afgana».

Lyons ha abundado en el rol de la UNAMA como misión política y ha explicado que «implica un propósito político». «En última instancia ver a Afganistán, uno de los miembros originales de Naciones Unidas, volver a unirse a la organización como miembro de pleno derecho, beneficiarse de los recursos de la comunidad internacional y contribuir a la discusión global sobre temas de interés común», ha continuado.

«Naturalmente, trabajar con la autoridad ‘de facto’ no significa aprobar todo lo que hace», ha matizado, pero ha indicado que dará a la comunidad internacional «la oportunidad de forjar un futuro para el pueblo de Afganistán», que esté «libre de conflicto» y «donde puedan continuar pacíficamente la búsqueda de prosperidad, participación y respeto a sus derechos».

MANDATO DE UN AÑO PARA UNA SITUACIÓN «INCIERTA»
Así, y dado que el secretario general de la ONU, António Guterres, ya ha señalado que la situación que se avecina en Afganistán es «incierta», Lyons se ha referido a la proposición de extender por un año el mandato de la UNAMA –la última extensión, por seis meses, fue aprobada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en septiembre–.

Según la representante en el país asiático, el mandato permitirá «evaluar los resultados de un compromiso político sostenido» y «enviará una señal de la comunidad internacional al pueblo afgano de que no ha sido olvidado» y a los talibán «de que el mundo no desea un futuro conflicto en Afganistán, pero deberán reconocer estándares de ciudadanía global para ser aceptados por la comunidad internacional».

Con una UNAMA «bien equipada y empoderada», la agenda «valdrá la pena». Además de abordar la crisis económica, Lyons ha aludido a «trabajar con las autoridades ‘de facto’ para garantizar una educación sólida, vital y de alto nivel para todos los niños y niñas» y «continuar apoyando el respeto a los Derechos Humanos reconocidos internacionalmente».

Además, ha mencionado la participación en un debate sobre la inclusión política para garantizar que las preocupaciones de todos los afganos «en su rica diversidad» se reflejen en la toma de decisiones y el apoyo a un «diálogo político estructurado» que respalde el proceso de asegurar la legitimidad interna que aborde las preocupaciones «clave» del Consejo de Seguridad, como la lucha contra el narcotráfico o contra el terrorismo.

Por ello, Lyons ha instado al Consejo de Seguridad a tomar una decisión y ha hecho hincapié en que las deliberaciones y decisiones sobre el mandato en las dos próximas semanas «tienen inmensas consecuencias». «Resonarán en toda la región y el mundo, pero, lo que es más importante, se sentirán en todos los pueblos de Afganistán», ha señalado, antes de implorar a los miembros que den a la UNAMA «un mandato fuerte y sólido que será necesario». «Sin él, temo por el futuro», ha remachado. (Europa Press)

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