Bachelet se reúne con altos cargos de los talibán durante su visita a Afganistán
Por ello, ha reclamado a los talibán que "permitan el máximo espacio a la libertad de expresión" y "respeten el papel de los medios independientes", así como la restauración de un mecanismo independiente de Derechos Humanos.
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha confirmado este viernes que durante su visita a Afganistán ha mantenido contactos con las autoridades instauradas por los talibán, no reconocidas internacionalmente, antes de incidir en que la población hace frente a «una intersección de crisis» y «una gran incertidumbre».
«Durante mi visita, mantuve reuniones con representantes de las autoridades ‘de facto’ y pude reunirme con representantes de la sociedad civil, incluidas algunas destacadas profesoras, doctoras, periodistas, funcionarias y trabajadoras de ONG», ha manifestado Bachelet, quien ha incidido en las elevadas necesidades en el país ante la grave crisis humanitaria que atraviesa.
Bachelet ha desvelado que durante su viaje se reunió con el vice primer ministro, Abdulsalam Hanafi, y el ministro del Interior, Sirajuddin Haqqani –quien es además líder del grupo terrorista Red Haqqani–, y ha agregado que en estos encuentros destacó «la importancia de la inclusividad para buscar una salida a la crisis».
«Reconozco la importancia de la amnistía general dada a funcionarios del antiguo Gobierno y miembros de las fuerzas de seguridad que participaron en el conflicto. Es un paso importante hacia la reconciliación tras muchos años de guerra», ha dicho, si bien ha resaltado que hay informaciones sobre «búsquedas puerta a puerta» y «ejecuciones extrajudiciales» de antiguos miembros de las autoridades derrocadas.
Asimismo, ha denunciado que los ataques contra exfuncionarios, activistas y periodistas «continúan», mientras que ha señalado que «si bien las manifestantes y sus familiares detenidos de forma arbitrariamente en enero han sido liberadas, su tratamiento ha significado que ya no haya manifestaciones públicas a favor de los derechos de las mujeres en Afganistán».
«Durante las últimas semanas hemos podido presentar a las autoridades de facto casos de violaciones individuales de los Derechos Humanos y pedirles que garanticen que se deja claro que no serán tolerados y que serán rápidamente investigados y los responsables rendirán cuentas. Los detenidos por ejercer sus derechos deben ser liberados rápidamente», ha reseñado.
Por ello, ha reclamado a los talibán que «permitan el máximo espacio a la libertad de expresión» y «respeten el papel de los medios independientes», así como la restauración de un mecanismo independiente de Derechos Humanos, representado previamente en la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán.
Así, ha manifestado que «los derechos básicos como la educación, el derecho al trabajo y a participar en los procesos de toma de decisiones están en su gran mayoría sin cumplir» y ha agregado que las representantes de la sociedad civil con las que se reunió pidieron que los talibán las reciban para abordar esta situación.
«Las mujeres expresaron su esperanza de que ‘mientras se emerge de las cenizas de la guerra, un día se logre la justicia social en Afganistán'», ha relatado, antes de decir que «apoya de forma firme e inequívoca sus llamamientos» a una mayor participación y a impulsar el respeto de los Derechos Humanos en Afganistán.
«Si bien sólo pude pasar un día en Kabul, nuestro servicio de Derechos Humanos de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) ha estado 20 años llevando a cabo un trabajo esencial y acompañando al pueblo de Afganistán mientras capea numerosas crisis y tumultos», ha ensalzado, antes de incidir en que en este tipo «se ha estado en diálogo con varias partes, incluidos los talibán, sobre la protección de civiles y el Derecho Humanitario».
De esta forma, Bachelet ha explicado que durante este periodo la ONU «ha abogado por los derechos de todos los afganos, sin importar su historial o convicciones», antes de recordar que en el pasado se han denunciado casos de torturas y malos tratos y otras violaciones de los Derechos Humanos en Afganistán.
ALERTA POR LA CRISIS HUMANITARIA
«Desde el 15 de agosto de 2021, tras la toma del poder de los talibán, ha habido claramente algunos cambios drásticos en el país», ha reconocido Bachelet, que ha destacado que «se han reducido dramáticamente las víctimas relacionadas con el conflicto» y ha alertado que, por contra, el empeoramiento de la crisis humanitaria y económica «podría causar muchas más muertes».
«A día de hoy, una de cada tres personas en Afganistán hacen frente a niveles de emergencia de inseguridad alimentaria y hay un acceso limitado al efectivo, altos niveles de desempleo y desplazamiento», ha señalado, al tiempo que ha advertido de que «sigue habiendo un desafortunadamente alto de ataque por parte de Estado Islámico Provincia de Jorasán (ISKP) y otros».
Bachelet ha manifestado que «es inaceptable e inconcebible que la gente de Afganistán haya tenido que vivir ante la expectativa de los ataques o el hambre, sino ambos», antes de argumentar que «toda sociedad es más sostenible y pacífica si los Derechos Humanos son respetados y la gente de la nación está representada, incluidas las minorías religiosas y étnicas y en particular los que históricamente han hecho frente a discriminación, marginación y violencia».
«En este momento de paz relativa en el país, es crucial establecer alianzas inclusivas. La inclusividad una condición previa importante para la reconciliación y la prevención del futuro conflicto. No es sólo lo correcto, sino lo inteligente. Fracasar a la hora de hacer esto supondría el riesgo de inestabilidad en Afganistán y más allá de sus fronteras», ha indicado.
Por último, ha manifestado que «es crucial hacer frente urgentemente a lo que ha sido correctamente descrito como los efectos catastróficos de las sanciones económicas y congelación de bienes» y ha pedido a la comunidad internacional que dé más paso en este sentido para «reactivar la economía, apoyar el desarrollo y aliviar el sufrimiento humano innecesario».
«Sin nueva financiación, millones de afganos seguirán sufriendo de forma innecesaria. Los que toman las decisiones a nivel nacional e internacional tienen que apoyar la edificación de los servicios sociales esenciales a nivel comunitario para garantizar que se satisfacen de forma sostenible las necesidades humanas básicas y los derechos económicos y sociales de la gente», ha zanjado.(Europa Press)