UNESCO alerta inequidad en educación artística de Chile
El análisis arrojó cuatro puntos a subsanar: el acceso desigual a la cultura y a la educación artística; el sesgo centralista de la toma de decisiones que afecta a las regiones; las brechas disciplinarias de las artes; y las debilidades estructurales del sistema educativo chileno.
El diagnóstico Voces de la Educación artística en Chile. Análisis de un proceso participativo realizado por personas que practican y están vinculadas estrechamente con la educación artística en los ámbitos formal y no formal acusó cuatro brechas que deben subsanarse para potenciarla: la existencia de evidentes problemas de acceso desigual a la cultura y a la educación artística; de un sesgo centralista en la toma de decisiones que afecta a las regiones del país; de brechas disciplinarias de las artes; y el hecho de que el sistema educativo chileno presenta debilidades estructurales para su desarrollo.
Las conclusiones del Foro apuntaron también a que los cambios políticos y sociales que el país atraviesa ofrecen una oportunidad única para el mejoramiento de la institucionalidad cultural y del sistema educativo, para el cumplimiento de sus objetivos y del desarrollo sostenible. Los participantes del Foro resaltan que la convención constitucional, que redacta una nueva carta magna para Chile, posee las facultades para reconocer a la educación artística como un derecho a ser garantizado por el Estado, así como el carácter pluricultural de la nación y se la identifica como una oportunidad para la autonomía y para que las regiones elaboren contenidos educativos ajustados a sus territorios e identidades.
Estado de la situación
La educación artística en Chile ha experimentado importantes transformaciones que dan cuenta de las paradojas que han caracterizado el desarrollo del sistema educativo en las últimas décadas. El Foro informó de avances, aunque también señaló la profundización de un sentimiento de abandono por parte del Estado y de precariedad para su ejercicio. Las conclusiones indican que la educación artística en Chile continúa reproduciendo desigualdades que amenazan su carácter universal, inclusivo y orientado al bienestar y el desarrollo sostenible.
La desigualdad en el acceso continúa siendo la más clara barrera para el ejercicio efectivo de este derecho. Si bien hay innegables avances, las localidades menos favorecidas y los sectores periféricos o rurales cuentan con una infraestructura cultural más pobre, con menor acceso a programas y talleres artísticos, menos profesionales especializados en las artes y una menor probabilidad de participar de actividades de formación artística. Asimismo, las brechas entre los establecimientos privados y los públicos son significativas. Todo esto consolida las desigualdades sociales y limita seriamente las capacidades de las personas para desplegar todo su potencial.
Las condiciones geográficas y el centralismo de Chile afecta a la educación artística local con la falta de acceso y pertinencia territorial, un sesgo muy marcado. Esta situación afecta la calidad de los programas de pedagogías en arte fuera de la capital, lo que a su vez genera escasez de profesores especializados. El Foro Nacional de Educación Artística da valor a espacios que se empiezan a fundar en regiones, ya que proveen de oportunidades reales a niños, niñas y jóvenes para acceder a una educación artística de calidad.
Las brechas disciplinares de las artes afectan también a la educación artística en Chile. La valoración social y política (de los tomadores de decisión) de las artes y de la figura del artista es inferior si se compara con otros ámbitos y profesiones, lo que se traduce en precariedad, bajos salarios, informalidad contractual, ocupación intermitente y una seguridad social y laboral insuficiente, a pesar de ciertos avances. Los bajos recursos destinados al financiamiento de las artes y la cultura también dan cuenta de una asimetría en la valoración de estas disciplinas, agravado con el rol secundario que tienen las artes en el currículo, la cultura escolar y en su diálogo con la comunidad. El foro también señala la existencia de un vacío respecto de los métodos de evaluación de la educación artística y una brecha entre las diferentes disciplinas y lenguajes artísticos que prioriza a las artes visuales y musicales.
En cuarto lugar, las barreras y debilidades del sistema educativo no cooperan con la educación artística. Por ejemplo, el hecho que el sistema educativo priorice otros aprendizajes y temáticas, que no cuente con un financiamiento basal y que dependa de un financiamiento montado sobre las tasas de asistencia de los estudiantes matriculados. También existen obstáculos administrativos e institucionales que impiden el desarrollo de sinergias para una educación artística integral. La situación del profesorado afecta también a esta área educativa: bajos salarios, horarios extenuantes, sobrecarga de trabajo y el escaso reconocimiento social de las labores docentes.
Claudia Uribe, directora de la Oficina Regional de Educación de la UNESCO para América Latina y el Caribe, puntualizó el valor de este trabajo colaborativo y diagnóstico liderado por la organización en Chile, dado que “La UNESCO tiene un compromiso de larga data de reconocer la importancia de las artes para un desarrollo inclusivo, equitativo y sostenible. La educación artística, fortalecida entre los sectores de la cultura y la educación, es un componente fundamental y complementario para la paz y el desarrollo sostenible, que permite y enriquece los valores fundamentales que nos conectan como sociedad, enriqueciendo las habilidades de colaboración y comprensión intercultural”.
Respecto a este trabajo mancomunado para generar estos análisis, la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Consuelo Valdés, declaró que “Nos sentimos honrados de haber sido parte de este trabajo impulsado por la UNESCO y que arroja como resultado dos documentos estrechamente alineados a los diferentes procesos de transformación por los que atraviesa nuestro país. En este camino han aportado agentes de todas las regiones, desde sus diferentes roles, géneros y ocupaciones, propiciando un diálogo muy valioso y transversal”.
Orientaciones de Política
Gracias a este ejercicio colectivo, la UNESCO, junto al Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio analizó sus resultados y elaboró unas Propuestas para la educación artística: orientaciones de la política pública. El documento ofrece un análisis de los marcos normativos y documentos de política de nivel nacional, así como evidencia científica, con la aspiración de alinearlas con la trayectoria de la institucionalidad cultural y educativa durante los últimos años.
Estas orientaciones proveen un conjunto de coordenadas para la acción pública centrada en la educación artística y aborda la visión existente a partir de la documentación, la evidencia disponible y los discursos de las personas que fueron parte en el proceso de reflexión nacional. El documento señala los mensajes y principios que inspiran las orientaciones para abordar los principales desafíos para la educación artística del futuro, considerando tanto las brechas a ser reducidas como las oportunidades a ser aprovechadas por la política pública y ofrece un conjunto de recomendaciones para el fomento de la educación artística en el país, tomando en cuenta el papel que juega el Estado, los liderazgos en instituciones públicas y privadas, y los docentes, mediadores culturales y artista educadores.