Curiosidades detrás de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022

Los Juegos Olímpicos de Invierno son siempre una de las citas más esperadas por los fanáticos de la nieve y el hielo. Son la mejor oportunidad para disfrutar de competiciones de alto nivel en deportes que no siempre se encuentren entre los más transmitidos.

Así, el comienzo de estos Juegos trae consigo gran expectación entre fanáticos de todo el mundo. Y como toda buena olimpiada, esta no llega sin aportar su buena dosis de curiosidades.

Un país y atleta por encima de todos

En cuanto a los Juegos Olímpicos de Invierno se refiere, hay un claro país y atleta que se han enmarcado como referencia de los mismos.

Se trata de Noruega y de de la esquiadora de fondo Marit Bjørgen. Tanto el país como la atleta son los que acumulan más medallas en total y a título personal, siendo la clara referencia en el terreno invernal.

No hace falta decir que Bjørgen ocupó siempre los primeros puestos en las casas de apuestas cada vez que competía. Y es que las Olimpiadas de invierno son también de gran interés para los apostadores en general por la gran competitividad de este torneo.

Unos Juegos Olímpicos de Invierno… ¡sin nieve natural!

Las olimpiadas de Pekín este invierno están en el ojo de todas las miradas por ser los primeros que alojarán todas sus competiciones sin nieve natural.

Todas las competiciones se disputarán exclusivamente con nieve artificial, creada de manera expresa para la ocasión. El motivo obvio es que las localidades donde estas ocurren no disponen de precipitaciones de nieve suficientes como para crear las condiciones óptimas de competición.

Esto es algo que ha despertado ciertas críticas por el impacto ambiental que supone la creación de esta nieve, a la que se añaden productos químicos, y el gran consumo de agua que se necesita para generar tal volumen.

Además, los atletas también tienen algo que decir. Y es que la nieve generada de manera artificial puede ser más peligrosa ante caídas por su mayor dureza y compactación. No obstante, y según se ha desatacado desde el Comité Olímpico Internacional, es necesario adaptarse a un panorama de cambio climático en el que encontrar sedes con todas las condiciones óptimas de clima será cada vez más difícil.

Una «burbuja» olímpica

Con la pandemia de la Covid-19 aún presente, los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín están marcados de manera evidente por la pandemia.

China, un país que se ha mostrado muy duro con las medidas contra la Covid a lo largo de estos últimos dos años, ha redoblado sus esfuerzos para que no haya ningún brote en el transcurso de los Juegos Olímpicos de Invierno, que generalmente suponen un gran movimiento de personas.

En esta ocasión, sin embargo, no será así. Los eventos se celebran sin público en las gradas, los deportistas se encuentran en una «burbuja» donde, aislados, intentan minimizar el riesgo de contagio. Incluso los periodistas que allí acuden lo hacen bajo los más estrictos protocolos y son sometidos a pruebas de Covid-19 diarias.

Todo para asegurar el normal transcurso de una competición que se encuentra ya en plena disputa.