Autoridades de Perú han encontrado más de 200 aves muertas tras derrame de petróleo
El accidente, ocurrido en el terminal número 2 de la refinería La Pampilla, que es operada por Repsol y que se ubica en el distrito de Ventanilla de la provincia capitalina del Callao, deja otras afectaciones como 24 playas contaminadas y pescadores artesanales sin poder trabajar.
Por José Aguiar (Xinhua) – Han pasado 22 días desde que el Gobierno de Perú declaró emergencia ambiental por el derrame de petróleo ocurrido el pasado 15 de enero en el norte de Lima, y a la fecha las autoridades siguen encontrando aves muertas en las islas que resultaron afectadas por este «desastre ecológico».
De acuerdo con el último reporte del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), hasta el pasado 9 de febrero habían sido halladas 208 aves muertas, lo que equivale a un promedio de 10 encontradas diariamente.
El accidente, ocurrido en el terminal número 2 de la refinería La Pampilla, que es operada por Repsol y que se ubica en el distrito de Ventanilla de la provincia capitalina del Callao, deja otras afectaciones como 24 playas contaminadas y pescadores artesanales sin poder trabajar.
Durante los primeros días del derrame, las aves encontradas en las orillas de las islas y playas estaban totalmente llenas de petróleo, pero ahora han empezado a mostrar solamente «signo evidente de grasa, como aceite, y el pico con mancha tipo petróleo», explicó a Xinhua el vocero del Sernanp, Deyvis Huamán.
Según declaró el responsable de la Unidad Operativa Funcional de Monitoreo, Vigilancia y Control de la mencionada entidad, las nuevas características que presentan estas especies, muertas y también las vivas, les hace pensar que «es por el hidrocarburo (derramado), definitivamente».
El Sernanp ejecuta el plan inicial de recuperación de los animales, desarrolla diariamente acciones de monitoreo en áreas afectadas de la Zona Reservada de Ancón, a 40 kilómetros de Lima; y también en Islotes Pescadores, una reserva nacional duramente golpeada por el derrame.
Huamán detalló que sobre la fauna afectada se trabaja en tres niveles. El primero es la recuperación o rescate de la fauna viva, el segundo consiste en recoger diariamente la fauna muerta, principalmente aves, y el tercero es hacer un registro de aves que muestren signo de haber sido afectadas por mancha de petróleo.
En el último informe, publicado por el Ministerio del Ambiente, el equipo de rescate de especies de fauna silvestre del Sernanp había notificado sobre 953 aves afectadas «con manchas de petróleo».
Entre las principales especies identificadas con alguna afectación por los 11.900 barriles de petróleo vertidos accidentalmente en enero, se encuentran aves como el cormorán, guanay, piquero peruano, pingüino de Humboldt, pelicano y gaviota peruana.
Otra especie que ha resultado dañada por este desastre ecológico es la nutria marina, clasificada como en peligro y que la contaminación por el petróleo puede ocasionar su «extinción local».
El ministro de Ambiente de Perú, Modesto Montoya, confirmó el viernes en declaración a la prensa que a la fecha se han encontrado más de 200 aves muertas y unas 1.000 afectadas, y criticó que Repsol «todavía no empieza la limpieza de espuma (en las playas)».
«Más bien está buscando razones, pretexto, para mostrar que no son culpables de esa espuma», cuestionó el funcionario, para quien hasta el momento solo hay una «limpieza superficial».
No obstante, el presidente de Repsol en Perú, Jaime Fernández-Cuesta, aseguró que la empresa registra un avance del 67 por ciento de limpieza, por lo que «en menos de una semana vamos a entregar el mar limpio».
Durante su intervención ante la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos, Afroperuanos, Ambiente y Ecología del Congreso, manifestó que lo que queda «son pequeñas trazas de hidrocarburo identificadas» y se van a retirar, por lo que esperan entregar las «playas limpias» a finales de febrero.
Mientras, en marzo esperan entregar limpias las «zonas de difícil acceso» como los arrecifes, las zonas en las que no hay acceso por tierra y las zonas rocosas, «donde el proceso de limpieza es más selectivo y manual».
Repsol atribuye el derrame de petróleo a los oleajes anómalos que se registraron el 15 de enero en el litoral peruano tras la erupción volcánica cerca de la isla de Tonga, en el océano Pacífico, los cuales habrían producido un «movimiento anómalo del buque» que se encontraba descargando el hidrocarburo en La Pampilla.
La empresa española, que inicialmente informó sobre siete galones vertidos, modificó la cifra días después y calculó que han sido 10.396 barriles.
La multinacional se ha comprometido a potenciar la limpieza de las playas y costa, para lo cual está trayendo a Perú 200 toneladas adicionales de equipos que son comprados en Estados Unidos, Finlandia, Brasil, Colombia y Dubái.
Los casi 12.000 barriles de crudo derramados han recorrido unos 50 kilómetros de costa, desde la localidad de Ventanilla hasta el puerto de Chancay, en el norte de Lima; y ha afectado 11,9 kilómetros cuadrados entre mar y costa.