Presidente kazajo no negocia y autoriza a policías a «disparar a matar» para frenar protestas

"Quien no se rinda, será destruido. Di la orden a los órganos de la Policía y el Ejército de disparar a matar sin previo aviso", dijo el mandatario en una comparecencia.

El presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokayev, ordenó hoy «disparar a matar» sin previo aviso contra los manifestantes que desde el 2 de enero protagonizan las protestas que dejaron al menos 3.000 detenidos, en medio de una respuesta represiva que desató condenas de potencias occidentales y también apoyos de Rusia, China y otros aliados.

«Quien no se rinda, será destruido. Di la orden a los órganos de la Policía y el Ejército de disparar a matar sin previo aviso», dijo el mandatario en una comparecencia ante la nación en la que alertó que no dialogará «con bandidos armados y preparados, tanto locales como extranjeros».

«Qué estupidez, qué negociaciones se pueden establecer con los criminales y asesinos», dijo Yokayev, que desde que comenzó la crisis dirige también el Consejo de Seguridad del país, tras relevar a Nursultán Nazarbayev, líder supremo de la nación durante tres décadas, quien no fue visto desde el inicio de las protestas.

El mandatario asegura que unos 20.000 «extremistas» son quienes protagonizan y atizan los violentos disturbios en la antigua capital del país, Almaty, según informó la agencia de noticias AFP.

«Es de importancia crucial entender por qué los preparativos de ataques terroristas, por parte de células durmientes en la clandestinidad, han pasado desapercibidos por el Estado. Solo Almaty sufrió el ataque de 20.000 extremistas», aseguró en un discurso al pueblo transmitida por el canal de televisión Khabar 24.

En los disturbios se ve la mano de «profesionales de la subversión ideológica, hábiles en el manejo de desinformación y noticias falsas y capaces de manipular los ánimos», agregó.

Kazajstán, se extiende por un territorio del tamaño de Europa Occidental y limita con Rusia y China. Posee enormes reservas de petróleo, gas natural, uranio y metales preciosos que lo hacen estratégica y económicamente importante, pero pese a esa riqueza, el descontento por las malas condiciones de vida crece en algunas partes del país.

El mayor país de Asia central es escenario de una inédita revuelta estallada el domingo en las provincias, tras una brusca suba del precio del gas, que se extendió a otras ciudades, y sobre todo a Almaty, la capital económica, donde las manifestaciones se convirtieron en violentos y caóticos disturbios.

Una comisión gubernamental determinó el martes bajar los precios del combustible, pero las protestas no cesaron, derivando en violentos disturbios que hasta el momento dejaron un número indeterminado de muertos y centenares de heridos, aunque los informes oficiales hablan de 44 muertos, entre manifestantes y policías, y más de 700 heridos.

La respuesta represiva y el tono bélico de las declaraciones del mandatario desataron una ola de reacciones de todo tenor, desde la dura condena de varias capitales occidentales hasta que férreo apoyo de China, Rusia y otros aliados..

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pidieron hoy el fin de la violencia en Kazajistán, e instaron moderación a las partes.

«Los derechos y la seguridad de los ciudadanos son primordiales y deben ser garantizados. Llamo al fin de la violencia y a la moderación», dijo Von der Leyen en una conferencia conjunta con Macron, quien apoyó esta declaración.

Ayer, referentes de la ONU, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos condenaron la violencia, llamaron a las partes a buscar una solución pacífica al conflicto y exigieron al Gobierno kazajo el restablecimiento del funcionamiento pleno de los medios de comunicación así como que se garantice los derechos y seguridad de la población civil.

La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió ayer a todas las partes en conflicto «abstenerse de la violencia» y clamó por una «resolución pacífica» de la crisis.

«El derecho internacional es claro: las personas tienen derecho a la protesta pacífica y a la libertad de expresión. Al mismo tiempo, los manifestantes, sin importar cuán enojados o agraviados estén, no deben recurrir a la violencia contra los demás», dijo Bachelet en un comunicado.

En paralelo, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, pidió a su par kazajo, Mukhtar Tileuberdi, una «resolución pacífica» a los disturbios sin precedentes registrados en el país.

En una llamada telefónica, «el secretario de Estado reiteró el pleno apoyo de Estados Unidos a las instituciones constitucionales y a la libertad de los medios de comunicación, y abogó por una resolución pacífica y respetuosa con los derechos de la crisis», según un comunicado de su oficina.

Hoy, el presidente de China, Xi Jinping, en tanto, elogió hoy la respuesta implementada por el mandatario, a quien calificó como un líder «muy responsable», informaron medios locales.

«Usted tomó medidas contundentes en un momento crítico y rápidamente calmó la situación, mostrando su posición de responsabilidad y de un sentido del deber como político, mostrándose muy responsable hacia su país y su pueblo», dijo Xi a Tokayev en un mensaje, según informó la agencia oficial Xinhua.

Rusia, en tanto, envió ayer tropas al país asiático en el marco de una «operación antiterrorista» contra los manifestantes que busca poner fin a los disturbios.

La intensidad y lo abrupto de las protestas causaron impacto en Kazajistán, un país de 19 millones de habitante y reputado por su Gobierno tan estable como autoritario.

Tokayev solicitó a la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) enviar fuerzas de paz para hacer frente a «la amenaza terrorista» y a los intentos de socavar la integridad del Estado kazajo.

Se trata de la primera intervención de la OTSC desde su creación en 1992 y en ella participan Rusia, Armenia, Bielorrusia, Uzbekistán, Tayikistán y Kirguistán.

Las autoridades kazajas decretaron el estado de emergencia hasta el 19 de enero y el toque de queda que rige de las 11 de la noche hasta las 7 de mañana.

Hoy, el Ministerio del Interior kazajo informó que las fuerzas de seguridad mataron a 26 manifestantes durante los disturbios y que otros 18 resultaron heridos.

Agregó que un total de 18 agentes de la ley murieron y más de 700 resultaron heridos.(Télam)

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

El Periodista