Gobierno alemán: Justicia ordinaria investigará abusos en la Iglesia

Los expertos suponen que hubo al menos 497 víctimas y 235 presuntos autores, así como un número mucho mayor de casos no denunciados.

El Gobierno de Alemania subrayó hoy que el esclarecimiento de los casos de abusos en la archidiócesis católica de Múnich y Freising se hará en base a la aplicación de la Justicia ordinaria y no con una ley eclesiástica especial.

«La tramitación de estos escándalos de abusos no se dejará solo en manos de la Iglesia», aseguró un portavoz del Ministerio de Justicia en Berlín.

En principio, las fiscalías están obligadas a investigar los indicios de delitos. Por lo tanto, tras las últimas revelaciones, ya hay varias decenas de investigaciones abiertas por parte de la Fiscalía de Múnich, añadió.

Un informe elaborado por un bufete de abogados encargado por la propia archidiócesis llegó a la conclusión de que los casos de abusos sexuales en la diócesis no se habían tratado adecuadamente y se habían encubierto durante décadas.

Los expertos suponen que hubo al menos 497 víctimas y 235 presuntos autores, así como un número mucho mayor de casos no denunciados.

El portavoz del Gobierno, Steffen Hebestreit, dijo que el canciller Olaf Scholz está «consternado» por el escándalo e insistió en que se aclararan las acusaciones.

Uno de los altos dignatarios al que se censura en el informe por la manera en que abordó las denuncias de abusos es el papa emérito Benedicto XVI, fue arzobispo en Múnich de 1977 a 1982.

El presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Georg Bätzing, le exigió una disculpa durante su comparecencia en un programa del canal público ARD el domingo por la noche.

«Tiene que hablar, y tiene que pasar por encima de sus asesores y decir básicamente una frase simple y llana: ‘soy culpable, he cometido errores, pido perdón a los afectados’. No hay otro camino», dijo Bätzing en el programa de entrevistas.

Cuando se le preguntó si cree que Benedicto lo hará, el obispo de Limburgo del Lahn dijo que lo ve capaz si consigue distanciarse de sus asesores, en una aparente crítica al secretario privado y confidente de Benedicto XVI, Georg Gänswein.

El papa emérito niega haber actuado de manera incorrecta, pero en una segunda declaración admitió el pasado lunes que no había dicho la verdad en sus primeras afirmaciones sobre una reunión en la que se habló de un sacerdote abusador. Sin embargo, Gänswein atribuyó la declaración falsa a un descuido técnico (DPA)

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El Periodista